—Vaya partidazo hizo usted contra el CSKA Moscú, uno de esos por los que en su momento decidió ficharle el Real Madrid…

—Supongo que también me contrató por otras cosas, pero sí que estoy contento de cómo me salieron las cosas, por la victoria y por igualar la diferencia por la que nos ganaron ellos en su cancha.

—Con todos los respetos a otros equipos como el Barcelona, el Maccabi y el Olympiacos, ¿es el CSKA el rival más difícil en la Euroliga?

—Sí, es un grandísimo equipo y lo demuestra en este tipo de partidos. Su dureza fue la que nos hizo reaccionar y por eso en los dos últimos cuartos fuimos igual de duros que ellos e incluso más agresivos.

—¿Sintió ya antes del partido que todo lo que hiciera le iba a salir bien?

—Partidos así siempre nos gusta jugarlos a todos y con el Palacio de esa manera, repleto, la motivación se vuelve mucho más grande. Es algo que está pasando durante toda la temporada, la afición está apoyando siempre. El hecho de que casi hayamos metido catorce mil personas en nuestra cancha dice mucho del proyecto del club, lo respalda.

—¿El Palacio les dio ese punto más que hacía falta para ganar a un equipazo?

—Es muy importante para nosotros verlo con ese ambiente cada día, porque eso nos hace más fuertes.

—Hasta ahora las derrotas habían llegado ante equipos muy físicos como el propio CSKA y el Bayern. ¿Esta victoria es otra asignatura aprobada?

—Sí, porque los equipos, viendo la manera en la que estamos ganando, intentan ser un poco más agresivos para intentar descentrarnos y no dejarnos hacer nuestro juego. Esta victoria es un paso adelante, porque supimos llevar bien un partido duro, siendo más intensos incluso que ellos.

—¿Cuándo se dieron cuenta de que podían pelear por el basket-average particular?

—Yo no me fijé mucho en eso, sinceramente no recordaba por cuántos puntos habíamos perdido en Moscú, pero en la última defensa casi lo conseguimos si no hubiera sido porque Slaughter piso la línea de fondo al coger el rebote. Una pena, pero lo importante era ganarlos.

—¿Sale el equipo más reforzado de lo normal tras un triunfo así?

—Salimos más cansados (risas), eso para empezar, porque el calendario no nos está ayudando demasiado. Mañana tenemos una cita de Liga en Bilbao y la Euroliga cada vez pone más partidos. Yo creo que tiene que mirar un poco más por los jugadores.

—Perdió el Maccabi, lo que les da más margen para amarrar uno de los dos primeros puestos…

—Podemos estar tranquilos por habernos clasificado matemáticamente para cuartos. Y ahora depende de nosotros acabar entre los dos primeros y tener ventaja de campo, que es lo más importante viendo como está siempre el Palacio, con el ambiente tan bueno que tiene. Eso es lo que nos daría muchas opciones de estar en la Final Four de Milán.