BILBAO BASKET

Reunión con los capitanes del Bilbao, pero sigue la huelga

El grupo alternativo trata de convencer a la plantilla con la salida de Arrinda. “Vamos a aguantar hasta que se cumpla lo que hemos pedido”, advierte Mumbrú.

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Reunión con los capitanes del Bilbao, pero sigue la huelga
Alfonso Herrán

Los pesos pesados del Bilbao Basket se han reunido este mediodía a comer con el grupo alternativo que trata de buscar una solución a la situación terminal en la que se encuentra el club. Iñaki Calvo, Juan Elejalde, Javi Montoya, Carlos Del Campo y Enrique Guzmán tratan de convencer a la plantilla a contrarreloj para que desconvoquen la huelga anunciada, ya que si no comparecen en dos partidos seguidos el club perdería la categoría. Acudieron Mumbrú, Raúl López, Hervelle y el técnico, Rafa Pueyo; no lo hizo Grimau por encontrarse en Barcelona. Lo principal ahora mismo es convencer a Gorka Arrinda de su salida, que implicaría la entrada de empresas que aportarían liquidez para desatascar la parálisis económica. Pero la convocatoria de una junta general de accionistas que desplazaran al consejero delegado debe realizarse, por ley, a un mes vista, lo cual complica la situación. Además, alcanzar liquidez inmediata para que los jugadores tengan una respuesta tangible no es tan sencill0.

Seguimos hablando —remarcó Mumbrú a la salida de la cita—. Están intentando conseguir liquidez inmediata para solucionarlo todo y nos han mostrado su total disposición. En una semana acaba el límite del plazo y su predisposición es máxima… nosotros vamos a ayudar y en un plazo tan pequeño, intentar llegar a un acuerdo”. Las posturas ahora mismo no son tan radicales como ayer. “Es muy difícil conseguir liquidez, lo sabemos, pero van a intentar moverse bien y en poco tiempo a ver si se puede lograr”. Durante estos días habrá citas claves maratonianas para encontrar la paz. El miércoles habrá otra reunión para conocer los avances del grupo alternativo y el concurso de acreedores (en el que se daría una quita que para nada conviene a Arrinda) también aparece en el horizonte como solución última. “No hay nada definitivo, vamos a esperar hasta el miércoles y dejarles trabajar, no han tenido tiempo para hablar con la gente”.

El capitán del Bilbao anunció que la huelga ha sido ya oficialmente convocada. “Más que día a día iremos viendo las cosas hora a hora. Para el equipo es una decisión muy difícil y dura; si la hemos convocado es porque era insostenible y vamos a aguantar hasta que se cumpla lo que hemos pedido. No somos nosotros los que tenemos que asumir este riesgo, tenemos un derecho constitucional de huelga cuando hay impagos, no es agradable y menos después de lo visto este fin de semana; si hemos llegado a esta situación es porque se trata de algo inaguantable, a ver si el miércoles con más tiempo podemos llegar a algo”.

“No nos vamos a mover mucho de ahí, tiene que entrar liquidez porque la gente lo está pasando mal. Hay que hacer algo rápido. Han tenidos dos días y uno era el domingo, hay que mostrar tranquilidad”, aclaró Mumbrú, quien sabe que la llave la tiene Arrinda, pero no piensa en éste, que es su agente: “De los temas con Gorka y que se tengan que hablar no sabemos nada, nos preocupamos de jugar y en este caso de no jugar. Lo demás, preguntadle a ellos”.

Iñaki Calvo, vicepresidente actual dl club, ejerció de portavoz de los posibles nuevos gestores: “La disposición de los jugadores es muy buena, como se ha visto a nivel deportivo. Están implicados en la parte económica, son conscientes del problema que existe y están dispuestos a buscar una solución. No la hay aún, pero con esta buena voluntad se puede buscar algo positivo. La huelga nos pone en una situación límite y podemos solventarlo en los últimos días. Todo pasa por una junta de accionistas que habilite a otra gente para tomar las riendas, hay que ver si por la buena voluntad del accionista mayoritario podemos nosotros llevar esas riendas. En baloncesto con poco tiempo se pueden hacer muchas cosas. La llave la tiene Gorka Arrinda”. Los empresarios han hablado hoy mismo con el máximo accionista para hacerle ver que lo mejor es el cambio de rumbo.