TIMBERWOLVES 143 - LAKERS 107

Nuevo ridículo de los Lakers: Love y sus Wolves les meten 143

Minnesota firmó su mayor anotación en un partido (143) y el mejor porcentaje de acierto de un equipo NBA esta temporada: 67,1%. Nuevo triple-doble de Love.

Estados Unidos
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Kevin Love ha pasado de convertirse en el sueño de los Lakers a su pesadilla. Al menos, así ocurrió el viernes en Minnesota. Nuevo ridículo de los de púrpura y oro (derrota por 36 puntos, 143-107) ante unos Wolves comandados por el de Santa Mónica, que firmó un nuevo triple-doble: 22 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Casi nada. "Todo el mundo quiere un jugador así, porque hablamos de uno de los mejores de la Liga", elogiaba Mike D'Antonio a Love antes del partido. Pero ni el regreso inesperado de Steve Nash (cuatro puntos y seis asistencias) consiguió dibujarle una sonrisa a unos Lakers que van camino de firmar su peor temporada de todos los tiempos desde que residen en la meca de Hollywood. Llevan un balance de 24-48 y a falta de diez jornadas, deberían ganar seis partidos para empatar el 30-52 con el que acabaron la campaña 74-75.

El que también regresó, pero como un ciclón y en los Wolves, fue Nikola Pekovic, convirtiéndose en el mejor aliado posible para Love en la zona: 26 puntos con 9 de 10 en tiros de campo. Y es que los Wolves se impregnaron del acierto en el tiro de Pekovic y firmaron un 67,1% de acierto en el tiro, la mejor marca de cualquier equipo esta temporada. Así se explican los 143 puntos que consiguieron meterles a los Lakers y que se convierten también en el récord de la franquicia.

Para lograrlo, los Wolves comenzaron arrasando al ritmo de Love, que en el primer cuarto ya llevaba 15 puntos y lideró a los suyos para sacarle los colores a los Lakers en apenas diez minutos: 31-12. Fin de la historia y del partido, porque la franquicia californiana no le dio ningún susto más a los Wolves. Ni pequeñito. En los Lakers, que no contaron con Pau Gasol, por tercer partido consecutivo y con Xavier Henry, por un problema en la rodilla, los mejores fueron Kent Bazemore (21 puntos) y Jodie Meeks (19).

Y si los Wolves rompieron sus registros, Ricky Rubio también está a punto de hacerlo. Ante los Lakers, anotó diez puntos, repartió seis asistencias, capturó seis rebotes... y robó un balón. Una recuperación que le deja a las puertas de convertirse en el wolf que más balones ha robado en una temporada. Con 175 robos, ha empatado con Tyrone Corbin, y sigue luchando con Chris Paul por convertirse en el mayor ladrón de la NBA: 2,5 robos para cada uno.