Los Heat de Miami, ganadores de la NBA en los dos últimos cursos, son uno de los equipos, sino el que más, con más tirón de la Liga. Prueba de ello fueron los 17.986 espectadores que acudieron al BMO Harris Bradley Center de Milwaukee, la cifra de asistencia más alta de toda la temporada registrada por el peor equipo de la NBA, los Bucks (14-59), en su pabellón. Pese a las bajas de Wade, Ray Allen y Greg Oden, los de Spoelstra consiguieron un plácido triunfo por 67-88.

De esta manera, los de Florida ponen fin al viaje que les ha llevado a jugar tres partidos fuera de Miami esta semana. Pese a la derrota con la que abrieron la gira en Indiana, LeBron James se mostró satisfecho. "Ha sido un buen viaje. Nos dolió caer el miércoles ante Indiana, realmente queríamos ganar ese partido. Pero haciendo balance ha sido una buena gira por tal y como hemos lidiado con la adversidad de tener a varios jugadores fuera de la rotación", analizó el cuatro veces MVP de la Liga. Ante Milwaukee, no fue necesario que 'King' James exprimiera su maquinaria al máximo. El alero aportó 13 puntos, apenas lanzó 10 veces a canasta, capturó siete rebotes y repartió dos asistencias en los 30 minutos que estuvo sobre el parqué.

De hecho, ningún jugador de los de Spoelstra estuvo especialmente inspirado en ataque. Aunque cinco de sus hombres anotaron en dobles figuras, ninguno de ellos superó los 14 puntos que aportó Chris Bosh. El pobre 43,2% de acierto en tiros de campo logrado por los Heat tuvo arreglo con la espectacular defensa realizada. Tras dejar 24 horas antes a los Pistons en 78 puntos, los Bucks apenas pudieron convertir 67, o lo que es lo mismo, consiguieron la segunda peor marca de la campaña. Cifra solo empeorada por los 66 tantos anotados por los Wizards el 10 de enero en la derrota ante los Pacers (93-66).

Por parte de los locales, destacaron los 15 puntos logrados por Sessions (aunque con un pobre de 5/15 en tiros de campo) y los diez rebotes de John Henson, lo que le permitió firmar un doble-doble gracias a los 12 tantos que convirtió.

En lo que respecta a lo acontecido a lo largo del encuentro, poco más merece la pena resaltar. Miami superó su desacierto en los lanzamientos, erró los seis primeros que intentó, para imponerse en los cuatro cuartos a su rival. El 29-46 con el que se llegó al descanso dejó más que sentenciada la contienda.

Un triunfo que permite a LeBron James y compañía situarse a un partido y medio de los Pacers, líderes de la Conferencia Este. A los Heat, quienes alcanzron su triunfo número 50 del curso, les restan diez partidos para intentar conseguir, como mínimo, la ventaja de campo de cara a unas hipotéticas finales de Conferencia.