El Panathinaikos derrotó al Unicaja (69-60) con autoridad y le deja fuera de los cuartos de la Euroliga (cuartos de final) a falta de una jornada. Ya no podrá clasificarse entre los cuatro primeros aunque derrote la semana que viene al Armani Milán en su próximo duelo. Y todo por su mala cabeza, flojera y errores. 

El equipo entrenado por Joan Plaza comenzó nervioso. El 2-6 inicial fue engañoso. Horrible en el triple (2 de 13 en la primera parte) su rebote le salvaba del desastre. Del 24-12 del minuto 13, con un esplendido Diamantidis, llegó al descanso con 33-28 porque los griegos se confiaron y Toolson anotó dos triples seguidos.

Carlos Suárez, hasta entonces severo en la defensa y en rebote, coló un triple providencial (36-31). Stimac machacaba (36-33). Unicaja apretaba con Dragic (37-35 minuto 23). Pero fallaba con el tiro. Defendía muy bien y se puso con un esperanzador 37-37. Pero todo se fue increíblemente al garete en tres minutos horrendos que destrozaron el partido (entre el 23 y el 26). Y todo por un triple de Curry, preludio de un caos defensivo que llevó a un funesto 47-37. Horrendo parcial de 10-0. Tres minutos sin anotar que marcaron el partido. Y encima antideportiva de Toolson sobre el zorro Diamantidis. Triple de Bramos (52-39, minuto 29) y Mavrokefalidis mató con una canasta de tres (55-41) el partido. El adiós.

El cuarto final fue un horror. El Unicaja precipitado y sin fe. En cambio, el Panathinaikos, poco brillante pero con tablas. Diamantidis, sapiencia, era el amo (60-43, minuto 33). De nada sirvió que el Baskonia de Scariolo fulminase al Fenerbahçe. El Unicaja no supo hacer su trabajo. Final, 69-60. Fin de la aventura europea. Cinco victorias y ocho derrotas. Demasiado Diamantidis.