D. J. Augustin (25 años) se ha reencontrado. Su llegada como agente libre, por la puerta de atrás, a Chicago tras la lesión de Derrick Rose se vio como un parche temporal. Un remiendo ante la caída del ídolo. Pero desde aquel día, el base nacido en Nueva Orleans no ha parado de dar con la tecla para ser fundamental en los planes de Tom Thibodeau, el entrenador que le ha hecho sentirse de nuevo importante. Una situación que desde su salida de Charlotte, el equipo que le drafteó hace seis años en el puesto nueve (2008-2012), parecía que nunca más se volvería a repetir. Y en estos momentos parece que tiene un gran futuro en el conjunto de Illinois.

"(Thibodeau) me ha dado la oportunidad de jugar y de ser mejor. Me encantaría permanecer aquí. Este equipo es fantástico y creo que es lo mejor para mí”, expresó el ex de Indiana Pacers (2012-2013). Augustin ha cogido el relevo de jugador explosivo y determinante de la segunda unidad que poseía el año pasado Nate Robinson. Y sus números lo están demostrando. El pasado lunes (31 de marzo) logró su récord personal de anotación con 33 puntos ante los Celtics y esta pasada noche alcanzó los 23 y fue el jugador capital para lograr el triunfo en Atlanta.

Sus malos momentos esta temporada, cuando sólo duró diez partidos con Toronto Raptors, ya son pesadillas de lejanos sueños. Los elogios de compañeros como Noah o de su propio técnico no paran de sucederse. “Estoy muy contento de que esté con nosotros. Ojalá se quede por un largo tiempo", confesó el francés después de su exhibición ante Boston.

“Nos ha salvado la temporada”, ha dicho Thibodeau tras el partido de esta noche, para subrayar a continuación: “D.J. te puede ganar un encuentro de un montón de maneras diferente”.

Y no son halagos vacíos. El base, un buen organizador del juego con una amplia visión de la cancha, se maneja en sus mejores números. Está por encima de su media en puntos (14,5 esta campaña por sus 10 de media en su carrera), con un mejor porcentaje en tiros de campo (42 % frente al 40 %) y desde el triple (41,2 % por el 37,6 %), al igual que en asistencias, donde utiliza el pick and roll con gran maestría (5,1 asistencias desde su llegada a Illinois por las 4,0 que tenía acumuladas en su carrera). Además, sus minutos en cancha (30,4) están por encima de los del teórico titular en su puesto, Kirk Hinrich (29,1).

"D -Rose es la cara de este equipo, yo sólo estoy tratando de entrar, sólo estoy tratando ayudar, hago lo que puedo para ayudarnos a ganar y seguir adelante en los playoffs". Palabras de un jugador que sabe que debe exprimir esta segunda oportunidad en la NBA como si de la última se tratase.