Algo está cambiando en el deporte estadounidense. Si hace justo un año Jason Collins se convirtió en el primer jugador en activo en hacer pública su homosexualidad, Derrick Gordon, base de la Universidad de Massachusetts, ha pasado a ser el primer jugador de la primera división de la liga de baloncesto universitario masculina (NCAA) que lo hace. Hace una semana lo reveló a sus compañeros de equipo. Siete días más tarde ha decido ir un paso adelante. "Estaba pensando sobre los planes de verano con mis compañeros y cómo iban a ser cuando simplemente pensé: '¿Por qué no ahora? ¿Por qué no hacerlo al final de la temporada cuando es el momento perfecto para que mis compañeros y el resto de personas conozcan cuál es mi sexualidad?", comentó el jugador de segundo año en una entrevista realizada por Kate Fagan para la 'ESPN'.

Derek Kellogg, su técnico en los Minutemen (a los que su unió tras pasar su año freshman en la Universidad de Western Kentucky), estuvo presente y ayudó a su pupilo en el momento de dar a conocer la noticia al resto de jugadores. "Estamos todos aquí juntos, y necesitamos amarnos los unos a los otros por quiénes somos. Uno de los miembros de vuestra familia, vuestro hermano, quiere haceros saber algo sobre él", comenzó el entrenador, quien al ver que su pupilo no arrancaba prosiguió: "Quería deciros a todos que soy gay", anunció Kellogg ante el asombro de sus perplejos jugadores. Fue entonces cuando intervino Gordon y dijo: "No, él no es. Pero yo sí". 

Tras el anuncio, sus compañeros le arroparon inmediatamente. "Eres parte de nuestra familia. Vamos a estar contigo, esto no cambia nada", anunció Richie Hohgans. "Eres uno de los nuestros", le secundó el base Trey Davis. 

Antes de hacer pública su condición, Gordon solía hablar de mujeres junto al resto de jugadores, haciéndoles creer que mantenía una relación a distancia con una supuesta novia. Todo ello pese a que, como reconoce, conocía sus verdaderos gustos desde la infancia. "Ya no quiero esconderlo delante de mis padres, familiares o de quien sea. Quiero ser yo mismo, comportarme como soy", indica tras haber dado un más que meditado paso adelante al hacerlo público.

A través de las redes sociales también quiso dejar impronta de su alegría. "Es el momento de mayor felicidad en mis 22 años de vida. ¡Ya no tengo que esconderme! Solo quiero vivir con alegría y jugar el deporte que amo", relató quien ha promediado 9,4 puntos, 3,5 rebotes y dos asistencias por noche en 28,5 minutos.

De esta manera, Derrick contribuye a dar mayor visibilidad a un colectivo que aún no ha alcanzado una normalidad en el deporte como lo ha hecho en otros ámbitos de la vida diaria. Une su nombre al de Jason Collins (jugador de los Nets y primero abiertamente gay en disputar un partido en una de la grandes ligas estadounidenses), Brittney Griner (número uno del draft de 2013 en la WNBA) y Michael Sam (jugador de la Universidad de Missouri que aspira a ser elgido en el draft de la NFL de este año).