"Parecía como si nos quedásemos sin gasolina en la segunda mitad ", señaló Rick Adelman al finalizar el encuentro. Sus palabras resumen bien lo que fue el partido para su equipo. Lucharon durante toda la primera parte, pero las bajas, el cansancio y la apatía por no jugarse nada, fueron algunas de las claves que impidieron la victoria de la Wolves ante los Chicago Bulls (87-102).

Pero estos sólo fueron algunos puntos porque delante de ellos encontraron dos colosos: D. J. Augustin y Joakim Noah. La proyección del base en los Bulls ya no es ninguna sorpresa. Desde su llegada como agente libre, Augustin está realizando una temporada magnífica. Esta noche hizo 21 puntos (8/14 en tiros de campo con cuatro triples de sus siete intentos).

"No estaríamos aquí sin D.J. Su capacidad de pase, su tiro, su forma de jugar... Me siento como si tuviera una química especial con él y creo que el resto de este equipo se siente de la misma manera", señaló Noah. El francés también fue fundamental para lograr la victoria y mantener a los de Illinois en la lucha por la tercer plaza del Este con Toronto Raptors. Noah hizo su cuarto triple-doble de este curso, empatando con Lance Stephenson como el único jugador que lo ha logrado esta temporada. 15 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias.

Estos dos jugadores maniataron los buenos momentos de los Wolves que jugaron con cuatro bajas (Nikola Pekovic, Chase Budinger, Kevin Martin, Shabazz Muhammad y JJ Barea) y con un mermado Kevin Love (17 puntos, 7/20 en tiros de campo) que sufrió una hiperextensión del codo derecho después de un choque con Brewer en la primera mitad. Ricky Rubio, por su parte, logró 15 puntos (5/14) y repartió seis asistencias.