Ayer domingo los Lakers anunciaron que Pau Gasol no jugaría los tres últimos partidos de la temporada. Ni el de la pasada noche ante los Grizzlies de su hermano Marc ni los últimos a domicilio, en Utah y San Antonio. Pau sí estuvo en el Staples, vestido de calle y sentado junto al banquillo, y recibió la ovación de un público angelino que intuyó que podía estar viendo el final de una relación que comenzó el 1 de febrero de 2008 y que, con algunos altibajos y un final muy poco edificante, ha valido tres viajes a las finales y dos anillos.

Porque, claro, la pregunta más obvia ahora es si Pau Gasol ha jugado ya su último partido con la camiseta de los Lakers, el pasado 1 de abril en el Staples y con derrota ante los Blazers. No podía ser menos en esta nefasta temporada para la franquicia angelina, que ya sólo aspira intentar ser el cuarto peor equipo de la temporada para apuntalar más su posición de cara al draft y toda vez que el big three del tanking en el Este (Bucks, Sixers, Magic) resulta inalcanzable. Para Pau tampoco ha sido desde luego una buena temporada: sólo ha jugado 60 partidos y ha conseguido promediar, los números al menos no son nada malos, 17’4 puntos y 9’7 rebotes. Su último problema de vértigo, que suma a los problemas físicos que ha tenido en las dos últimas temporadas y principalmente relacionados con las rodillas, es un hándicap para él de cara a su inminente condición de agente libre.

Las posturas hasta ahora parecían claras: Gasol acaba contrato y los Lakers, que han flirteado con un posible traspaso del español en las tres últimas temporadas (de hecho le traspasaron a Houston Rockets en la operación por Chris Paul vetada por David Stern), no han mostrado nunca un interés demasiado explícito por su continuidad ahora que entran en un inevitable proceso de reconstrucción tras su peor temporada desde la mudanza a Los Ángeles. El español, por su parte, sabe que todavía puede firmar un último buen contrato, a años luz por supuesto de los 57 millones por tres años que firmó en su ampliación con los Lakers, aunque piensa en buscar acomodo en una franquicia que tenga aspiraciones importantes y en la que pueda tener una contribución importante como pívot con experiencia y, todavía, un juego de ataque de primer nivel cerca del aro.

En las últimas semanas, sin embargo, los Lakers han dejado abierta la puerta a un regreso de Gasol siempre en unas determinadas condiciones económicas, muy de perfil bajo. El español podría servir junto a Kobe como puente entre los últimos y los próximos Lakers campeones o, en otra opción que puede ser buena para las dos partes, firmar un sign and trade que termine con Gasol en otra franquicia pero con mejores condiciones: los Lakers tienen los bird rights sobre él y le pueden ofrecer por esa vía una mejor oferta económica. Mitch Kupchak, recientemente renovado como General Manager de los angelinos, ha vuelto a tender un puente al español, esta vez aún más enfático que en anteriores declaraciones: “Tenemos un gran interés en que Pau firme de nuevo con nosotros”, ha asegurado a Los Angeles Daily News. Y lo explica: “No conozco ninguna razón para que no fuera así. Es un futuro Hall of Fame. Pero será agente libre y estará en el mercado. Nosotros sólo podemos esperar a ver qué pasa con su situación”.

Además, ha valorado el esfuerzo del español en una temporada que no ha sido fácil para nadie y que no quieren repetir en las oficinas de El Segundo: “A nivel estadístico, su temporada ha sido similar a las anteriores. Pero no es así como evaluamos el éxito de un jugador. Creo que ha jugado lo más duro que ha podido. Y ha hecho buenos números. Pero como organización hemos perdido demasiados partidos. Ha sido por lo tanto una temporada mala para todos. Sé que ha tenido lesiones y que ahora tiene este problema de vértigo… desde luego la temporada ha sido un reto para él a nivel físico”.