No fueron pocos los que consideraron que la última Temporada Regular no había sido precisamente una de las mejores de los últimos tiempos. Lesiones, tanking, la enorme diferencia entre el Este y el Oeste, el mal sprint final de favoritos como Heat o Pacers, las penurias de históricos como Knicks, Lakers y Celtics... Tan fácil resultó defender esa argumentación como reconocer, hay quórum, que la primera ronda de playoffs está resultando una de las más espectaculares, igualadas y eléctricas de todos los tiempos. Ahora mismo sólo una serie amenaza con cerrarse por la vía del cloroformo: el campeón domina 3-0 a unos meritorios pero inferiores Bobcats. A la espalda de Miami, todos los demás aspirantes se han dado costalazos de los que tratan con más o menos fortuna, y con un un buen puñado ya de amenazas de infarto, de levantarse.

La ronda de los road warriors: Desde luego, esta primera eliminatoria será recordada por los problemas de los equipos para sacar adelante los partidos en su pista. Hasta ahora se han jugado 26 partidos que se han cerrado en un increíble 11-15, cuatro triunfos más para los visitantes. La tendencia quedó marcada tras la primera tanda de partidos: 3-5 con Miami, San Antonio y Oklahoma City (los pesos pesados) como únicos capaces de no estrellarse en su estreno ante su afición. Pero los segundos encuentros no redujeron esta sensación: 4-4 y 7-9 total. Sólo Miami Heat ganó los dos de su primera tanda como local y Portland y Washington saldaron con dos triunfos su paso por Houston y Chicago.

El cambio de ciudades tampoco ha bendecido a los que pasaron a ser locales: 5-5 en diez partidos disputados ya entre terceros y cuartos turnos de cada serie. Ya han devuelto triunfos en cancha ajena Chicago, Indiana, Oklahoma City, Houston y Los Angeles Clippers. Estos son desde luego, y por ahora, los playoffs de los héroes a domicilio, la hora de los road warriors.

Igualdad Extrema:Nadie está a salvo. Ya se vaticinaban unos playoffs del Oeste salvajes pero el Este está resultando sorprendentemente parejo. Sólo Miami, otra vez, parece vacunado contra el vértigo de la primera ronda. Los problemas de Indiana, la sorprendente dureza mental de Washington y la igualdad ya vaticinada entre Toronto y Brooklyn ha arrojado unas eliminatorias hasta ahora de una tensión extraordinaria. La diferencia media de los triunfos en los 26 partidos disputados es de 8'25, extraordinariamente baja si se tiene en cuenta el ya amplio volumen de encuentros y que el dato engorda por las escasas victorias realmente amplias que se han producido. La principal, el 138-98 que le endosaron los Clippers a los Warriors en el segundo partido en L.A. También Dallas arrolló en el segundo partido a los Spurs (92-113) y Miami solventó con mucha solvencia su primer partido en Charlotte (98-85 para el 3-0). La serie que disputan Indiana y Atlanta ha pegado volantazos radicales y ha permitido también algunos triunfos aseados hasta el último, resuelto en la última posesión para el actual 2-2.

La igualdad queda en evidencia por las seis prórrogas que ya se han disputado. Tres de ellas, seguidas en la eliminatoria Thunder-Grizzlies, la segunda eliminatoria de toda la historia de los playoffs que enlaza tras prórrogas seguidas. La primera llegó en 2009: Boston Celtics-Chicago Bulls. Precisamente los Bulls han protagonizado otra ya este año, con derrota ante los Wizards. Las otras dos corresponde a otra eliminatoria que esta resultado igualado hasta el extremo: Houston Rockets-Portland Trail Blazers.

De los 26 partidos disputados, catorce han llegado a los últimos cinco minutos en diferencias de cinco puntos o menos. Otro dato que habla de la enorme igualdad pero que no la abarca por completo. Ninguno de los tres Rockets-Blazers, por ejemplo, han cumplido esa norma aunque los tres se han resuelto in extremis (dos en las citadas prórrogas). No por casualidad, esa regla de los cinco puntos o menos con cinco minutos por jugar ha marcado los tres partidos de las series Bulls-Wizards y Raptors-Nets. Y dos de las tres series del Oeste más allá de la citada Houston Portland. En total, se cumple en ocho partidos del Este (ocho de trece) y seis del Oeste (seis de trece).

Grandes partidos, grandes historias. En este ecosistema, el arranque de los playoffs ha dejado ya una tonelada de historias increíbles y momentos para el recuerdos. Del triple sobre la bocina de Carter para hundir a San Antonio y dar el 2-1 a Dallas al que anotó en la penúltima jugada de la prórroga el invitado Troy Daniels, un rookie que ni siquiera fue drafteado y que resolvió el tercer partido que mantuvo con vida a Houston en la serie en la que Aldridge sumó 89 puntos y 26 rebotes en los dos primeros partidos y en pista ajena y en la que Harden lleva una serie de tiro mastodóntica y muy poco vistosa: 27/82 con 8/30 en triples.

También ha habido polémica, sobre todo con la posible falta de Paul a Curry que evitó la remontada warrior en el tercer partido ante los Clippers. O con el milagroso triple, aunque quizá tras pisar la línea de banda, de Teague para acerca el segundo triunfo de Atlanta en el tercer partido ante Indiana. Josh McRoberts, el energy guy de los Bobcats, ha dejado uno de los mates de los playoffs pero también la acción más fea, un codazo a LeBron que no le costó sanción, como sí ls supuso a Hilario Nené su refriega con Jimmy Butler.

La aparición de Dunleavy y sus 35 puntos para evitar el K.O. técnico de los Bulls, los 9 puntos seguidos con los que congeló Paul Pierce en los últimos tres minutos el cubil de los Raptors, o los increíbles cambios de dinámica de la serie Thunder-Grizzlies (y, por supuesto, las jugadas de 3+1 de Durant y Westbrook) suman munición de sobra para elevar ya a los altares a una primera ronda que tan sólo atraviesa por su ecuador con todas las series todavía muy vivas y sólo un equipo sin victorias: Charlotte Bobcats.