Ganaron los Clippers, perdió Golden State (126-121) y nosotros perdemos a Stephen Curry. El eléctrico base de Ohio se va a casa después de una serie apasionante, una más dentro del gran espectáculo de esta primera ronda de Playoffs, en la que ha promediado 23 puntos y más de 8 asistencias y donde ha sido el faro, el timón, el 'todo' de unos Warriors más 'Warriors' que nunca. Superaron la lesión de Bogut (quién sabe lo que hubieran hecho con él) y las molestias finales de Jermaine O'Neal para acabar jugando con Draymond Green y David Lee como pareja interior contra Blake Griffin y DeAndre Jordan. Los de la Bahía aguantaron en la serie hasta que Curry no encontró espacios cómodos para el tiro y Green y Lee no tuvieron más fuerzas para detener a sus rivales en la pintura. Sucedió tarde, pero sucedió.

Después de seis durísimos encuentros y de la mitad del último, Griffin y Jordan decantaron una eliminatoria que al descanso parecía tener el color amarillo de Golden State. 54-64 ganaban en el Staples, con 9 triples anotados y con Curry y Green como estiletes (13 puntos). Pero apareció JJ Redick, uno de los suplentes exteriores con más clase de la liga y un excelente jugador dentro de una de las plantillas más completas de la liga. Sus 13 puntos en el tercer cuarto ayudaron a un parcial de 13-2 para los Clippers, que llegaban al último y definitivo periodo con tres puntos de ventaja (87-84).

Y llegaron los tirones. Parcial de 0-8 para los Warriors con un gran Jordan Crawford y 7-0 para Clippers cimentados en las manos del otro Crawford, el mejor, Jamal. Curry lo empezaba a pasar mal. Los de Doc Rivers apretaron mucho más en defensa tras el descanso y dejaron sin espacios a la estrella rival. Sólo pudo anotar cuatro puntos desde ese momento, los cuatro seguidos en dos minutos de duelo directo con Chris Paul, el último baile entre ambos, la última pieza dulce de una eliminatoria que quedaba en manos de la brutalidad física de DeAndre Jordan, al que acompañó un Blake Griffin superior a David Lee.

Lo resumo: 106-107. Dos minutos para el final. Después de un alley-oop completado por Jordan y de unos tiros libres de Curry, Blake Griffin anota en el poste después de un gran movimiento (vaya, no es 'sólo mates') sobre Lee. 110-109. Jordan le pone un 'gorro' a un Curry ya desesperado por anotar, Griffin termina esa contra con mate, Golden State falla y DeAndre coge un rebote a una mano para hundirla hasta los fondos del Staples. 114-109. En la siguiente jugada, Griffin vuelve a anotar en la pintura para poner un peligroso 116-111 a menos de un minuto. ¿Quién decidió el partido? De un 106-107 a un 116-111. Seis puntos de Blake, cuatro y un tapón de Jordan. Todo en un minuto. Y los Clippers cinco arriba.

Los Warriors todavía se iban a acercar con un triple de un sensacional Draymond Green (24 puntos), pero la fiabilidad de JJ Redick en el tiro libre alejó los fantasmas del Staples (122-118). Curry falló en un intento muy forzado a ocho segundos del final pero dejó un triple, ya con el tiempo casi cumplido, para que el Staples, la NBA y todo aficionado al baloncesto supiese lo que se perdían sin él. 33 puntos para él y 126-121 final. Los Clippers, después de todo el lío con el 'Caso Sterling', serán el rival de los Thunder en semifinales. Westbrook, Durant e Ibaka contra Chris Paul, Jamal Crawford y Blake Griffin. No estará Stephen Curry, pero parece divertido.