CLIPPERS 101 - THUNDER 99 (2-2)

Darren Collison, héroe en la épica remontada de los Clippers

Los Thunder llegaron a ir 16 puntos arriba en el último cuarto, pero Paul y el base suplente, autor de 12 tantos en los últimos minutos, aparecieron para desatar el delirio en el Staples.

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A estas semifinales de Conferencia les hacía falta un partido como el cuarto de la serie entre Thunder y Clippers. Un encuentro que Oklahoma City tuvo ganado durante más de tres cuartos, pero que acabó cediendo (101-99) ante los ajustes de Doc Rivers (para cosas como esta los Clippers le contrataron el pasado verano) desde el banquillo, el empuje y carácter ganador de Chris Paul (23 puntos y 10 rebotes) y la aparición estelar de Darren Collison, el auténtico héroe de la jornada en el Staples. Todo esto, aderezado con el suspense final: el triple ganador de Westbrook sobre la bocina que rebotó en el aro y estableció el 2-2 en la eliminatoria.

El base entró en estado de gracia en el último cuarto, en el que anotó 12 de sus 18 puntos, para descomponer con sus penetraciones a la hasta entonces férrea defensa thunder. Collison, un jugador de quinto año (fue drafteado en el draft de 2009 en el puesto 21 por los por entonces New Orleans Hornets) que ha pasado por cuatro equipos (Hornets, Pacers, Mavericks y Clippers) tomó el liderazgo ofensivo cuando los nubarrones se cernían sobre su equipo. No le tembló el pulso a la hora de anotar desde la línea y mostró su atrevimiento y falta de complejos con sus penetraciones (en las cuales intentó machacar el aro cuando pudo pese a sus 1,83 metros) que acabaron por poner en pie al público.

Justo antes de su milagrosa aparición, una canasta de Reggie Jackson otorgó a los visitantes una renta de 16 puntos (66-82) a nueve minutos de la conclusión, lo cual pareció dejar sentenciado el duelo y casi la eliminatoria. Al menos, los seguidores del Staples así parecieron entenderlo y al echar un vistazo a las caras de Chris Paul y Blake Griffin (acabó firmando 25 puntos y nueve rebotes pese al desacierto con el que comenzó y los problemas de falta que le lastraron) mientras descansaban en el banquillo, también se intuía algo parecido.

Hasta este momento los Thunder, liderados por un activo Westbrook (27 puntos, ocho asistencias y seis rebotes) y un acertado, salvo en el tiro exterior, Kevin Durant, dieron la impresión de tener el partido bajo control en todo momento. Tras una fulgurante salida de inicio (15-32 al final del primer cuarto), los pupilos de Scott Brooks supieron controlar la reacción local en el segundo. Nada hacía presagiar el desenlace anteriormente descrito.

Durant, lanzado tras la consecución de su primer MVP, martilleaba una y otra vez el aro rival para concluir con 40 puntos (a uno solo de igualar su mejor marca en un encuentro de playoffs). Sin embargo, aquí es cuando toma parte Doc Rivers, al poner a Chris Paul defendiendo a 'Durantula' (un jugador más de 20 centímetros menor), lo que desconcertó al alero. De repente sus compañeros eran incapaces de encontrarle, y cuando lo hacían los rápidos dos contra uno a los que se veía sometido le obligaban a desprenderse del balón en malas circunstancias, propiciando fáciles canastas de contraataque a los Clippers. Las ocho pérdidas que cometió (tres en el último cuarto) acabaron por ensuciar su aseada actuación.

Rivers, quien en el cuarto partido de las Finales de 2008 ya protagonizó con los Celtics una remontada de similares y épicas circunstancias en el mismo escenario (aunque en dicha opcasión ante los Lakers de Phil Jackson, Kobe y Gasol), demostró ser uno de esos privilegiados técnicos capaces de influir directamente en el resultado de los partidos. Decidió apostar por un Griffin con cinco faltas a casi nueve minutos del final y retirar a DeAndre Jordan (14 capturas, pero una rémora en los tiros libres) para jugar con lo que los estadounidenses denominan small ball, contar con cuatro pequeños y un solo grande en la pista. Este movimiento desconcertó a los Thunder y, lo más preocupante todavía, dejó sin respuestas a la pizarra de Brooks.

Por encuentros como estos, los playoffs de la NBA cuentan con una atmósfera especial. Te permiten presenciar un partido totalmente distinto al que acaba reflejando el marcador. El próximo miércoles, en Oklahoma City, a las 03:30 podremos comprobar si esta ya histórica remontada le acaba pasando factura a OKC.