Real Madrid - Maccabi Tel Aviv

La Novena espera esta noche en el mayor clásico de toda Europa

El Madrid y el Maccabi vivirán hoy su duelo número 50. Más que nadie. David Blatt utilizará sus trampas defensivas frente a la pegada de los de Laso. La gran final (20:00, Canal+).

0

Cierren los ojos y piensen en la Copa de Europa, en sus 57 años de historia. Ábranlos. De esas mil imágenes, la que lo resumiría todo con más precisión sería la de un Madrid-Maccabi. El duelo más repetido. Con el de hoy, 50 veces (29-20 para el equipo español). Un enfrentamiento que va más allá de los números. Emoción transmitida de una generación a otra. En Tel Aviv, por ejemplo, siguen venerando a los Corbalán, Brabender y compañía.

Una rivalidad fraguada desde el respeto, aunque haya excepciones. Difícil olvidar al Ogro Williams saltando a la grada de la Ciudad Deportiva y a Perry devolviéndole a la pista de cabeza. Apenas una anécdota. La gran final para recuperar el trono europeo son palabras mayores. Es la hora de la Novena, de la liberación, lo cree el Madrid y su afición después de 19 años y un mes sin título, de condena. En 1985 cayó ante la Cibona de Petrovic y, desde entonces, sólo ha alcanzado el último partido tres veces. Ganó en 1995 con Sabonis y Arlauckas, y perdió en 2013. Será su 16ª final, una más que el Maccabi.

El Madrid es el favorito, pero evita creérselo. “Si lo hiciéramos, mal iríamos”, dice Laso. Y Blatt, técnico de discurso embriagador, intenta que el rival baje la guardia: “Nos espera el más fuerte. Podría decir que estoy asustado”. El genio de las trampas defensivas, de esas zonas de ajustes que generan el caos para luego pescar en él, sabe que el Mediolanum de Milán empujará por ellos. Cancha talismán para los amarillos con dos remontadas heroicas en un mes (Armani y CSKA). Su fórmula resulta sencilla: jugadores abiertos, amenaza desde el triple y Hickman y Rice driblando. También Smith. Manda Ohayon y mete miedo Big Sofo, la mole, aunque no da para más de 15 minutos en pista. Aquí hay final. Los Sergios, Mirotic y Rudy tienen la palabra.