¿Qué tal ha ido su primera temporada en los Dallas Mavericks?

—Estoy muy contento. Sabía que iba a ser difícil después de ocho años en el mismo equipo (Toronto), pero el resumen ha sido positivo. Aunque me hubiera gustado llegar un poco más lejos, le doy un notable.

—Ha firmado su liga regular más anotadora con Monta Ellis llevando el peso ofensivo del equipo. En la Selección compartirá rotación con Sergio Rodríguez y Ricky Rubio, ¿se parecerá un poco al sistema de los Mavericks?

—No sé. Es verdad que este años teníamos (en Dallas) muchos jugadores capaces de crear. Creo que eso ha hecho que todos tengamos el balón en diferentes situaciones. Otros años en la NBA cuando eres el base tienes que crear tiros para tus compañeros, para ti... pero de esta forma teníamos muchos jugadores que lo podían hacer. Ha sido divertido, lo hemos pasado bien y fue algo diferente. Éramos más imprevisibles, más complicados de defender. Pero creo que en la Selección el puesto de 'dos' está más que cubierto y me gustaría volver al de base. Si el entrenador me lo pide jugaré de escolta, pero donde más cómodo me siento es de base.

—¿Cómo afronta el equipo la Copa del Mundo? ¿Se conforma con ser finalista?

—A mí lo de ‘la plata me valdría’... Nunca. Siempre hay que ser competitivo. El objetivo siempre es ser primero y si hacemos las cosas bien, podemos luchar por todo.

—¿Cómo puede favorecer a la Selección que vayan Ibaka o Mirotic?

—Son dos buenos jugadores, pero creo que no hay que mojarse. Tengo que esperar a que Juan (Orenga) dé la lista y ellos igual. Veremos quién va. Son dos jugadores más y lo único específico en este caso es que es o uno u otro. Vamos a esperar a que Juan tome la decisión y elija. Son diferentes, dos buenos jugadores, pero no sé quién sería mejor para nosotros. Tendremos un buen equipo con cualquiera.

—Dos de sus compañeros, Pau y Ricky, tienen que resolver situaciones contractuales este verano. Usted lo vivió hace un año, ¿cómo ve sus situaciones?

—Pau va a tener muchas novias, muchos equipos interesados en él. Estuve el año pasado en esa situación y es interesante para ver quién te quiere, cómo funciona todo. Podrá decidir la mejor opción para él y eso es importante. Ricky, lo lógico, es que renueve con Minnesota.

—¿Qué le falta a Ricky para dar ese salto de rendimiento que se espera de él?

—Cada año el equipo va mejor y él va mejorando. Influye mucho cómo va el equipo. Están más cerca de playoffs, ahora cambian de entrenador e igual eso es lo que necesita él para dar ese salto. Ellos juegan al ataque, lo han pasado bien y ahora puede llegar un técnico que te hace cambiar e igual das el salto. Creo que va poco a poco y llega, sin más.

—Su equipo tiene bastante espacio salarial para firmar a jugadores libres, ¿qué movimientos espera en Dallas durante este verano?

—Habrá movimientos, seguro. Pero hasta que no pase el draft y veas qué intentan el resto de equipos... A partir de ahí veremos cómo se posiciona la gente.

—Con Pau libre, ¿le gustaría compartir equipo con dos de los mejores europeos de siempre (Gasol y Dirk Nowitzki)?

—Sí, por supuesto. Sería un grandísimo jugador para nosotros, pero hay que esperar. Todo puede dar muchas vueltas y Pau va a tener mucho donde elegir. Con Dirk he hecho buenas migas, salimos a cenar y me ha sorprendido como compañero.

—¿Qué opina del escándalo racista de Donald Sterling, dueño de Los Angeles Clippers­?

—Lo que se intenta con la NBA es que sea lo más global posible, así que no puedes formar parte de ella si piensas así. Es muy claro. No tiene sentido. Lo que ha hecho la NBA (suspenderle de por vida) es muy acertado. No puede formar parte de la Liga, no es lo que los jugadores queremos ni lo que pensamos.