"No ha sido fácil para mí", subraya un emocionado Jorge Garbajosa cuando tiene que presentar su libro Garbajosa. El líder silencioso. El exinternacional español es así. Un torbellino, un superclase en la pista, pero humilde y tímido cuando tiene que hablar de él, de su historia, de su larga trayectoria en un baloncesto que le debe mucho, por haber sido uno de los pilares de la mejor generación del baloncesto español de todos los tiempos. Y su palmarés es envidiable y lo dice todo: un oro en un Mundial, una plata olímpica y un oro, dos platas y un bronce en diferentes europeos. Una historia que merece la pena contar.

El libro, presentado en el Espacio 2014 de Alcobendas, la casa del baloncesto español y a la que asistieron exjugadores como Carlos Jiménez, Alfonso Reyes y Amaya Valdemoro, no es una narración de victorias y derrotas sino del "Jorge que no se conoce, el de la humildad desmedida", señaló José Joaquín Brotons, autor del libro de "uno de los mejores de España y del Mundo, con un gran talento y humildad", como recordó José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB).

El exjugador del TAU, Bennetton, Unicaja, Toronto, Real Madrid y Khimki ahora es una pieza básica en la FEB y no dejó pasar la oportunidad para recordar que lo importante del libro no es él, sino los tres motivos que le empujaron a ser escrutado por Brotons: repasar su vida, hacer un homenaje a su familia, a su mujer, a sus compañeros y amigos y, sobre todo, ayudar a los 300 niños de la escuela de Dakar (Senegal), enmarcada en el proyecto Casa España, a la que van a ir destinados los beneficios del libro. "Eso es lo único que quería Jorge", confesó Brotons.