HERBALIFE GRAN CANARIA

El Granca y Pedro Martínez, una despedida llena de sombras

Se apunta a circunstancias variopintas para explicar su salida: su negativa a entrenar junto al Gran Canaria Arena o sus argumentos contrarios al PP en Twitter.

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El Granca y Pedro Martínez, una despedida llena de sombras

Pocos, por no decir nadie, dudan a estas alturas que la decisión de que Pedro Martínez no continúe como entrenador del Herbalife Gran Canaria va en contra del deseo tanto del presidente del club, Joaquín Costa, como del director deportivo, Berdi Pérez, ambos fervientes defensores del trabajo del entrenador catalán, en público y en privado.

Así que todas las miradas apuntan al Cabildo, dueño único de la entidad, y a su consejero de Deportes, Lucas Bravo de Laguna. Como ayudante necesario aparece Alberto Miranda, director general y hombre de confianza de Bravo. Encontrar al ideólogo es más fácil que señalar las verdaderas razones del sorpresivo cambio en el banquillo -Martínez y Salva Maldonado han sido los dos únicos técnicos en 11 cursos y siempre decidieron sobre su marcha-.

Tras cumplir cinco años al frente del equipo en esta su segunda etapa, el carácter de Martínez, proclive a ver fantasmas con facilidad y demasiado enredado en conflictos sin peso, le ha pasado factura, eso es seguro. Sin ningún tipo de oficialidad, se apunta a circunstancias tan variopintas como su negativa a entrenar en la cancha anexa del Gran Canaria Arena, las defensas en su cuenta de Twitter de argumentos políticos contrarios al PP -al que pertenece Lucas Bravo de Laguna- o su elevado sueldo. Lo que señala el club es el deseo de “mejorar”, con el nuevo pabellón y en el horizonte la Copa de 2015 en la isla.

La masa social parece percibir la determinación del club lícita pero ilógica. Martínez está más que integrado y se valora su método, exigente al máximo, aunque también con detractores. Su bagaje de resultados, en el equipo y en la competición, le avala. Con todo, ya suenan sustitutos: Aíto García Reneses y Fotsis Katisikaris.