¿Cómo se explica lo sucedido el martes?

—No estuvimos nunca en el partido. Ellos fueron superiores desde el principio y mucho más intensos en los cuarenta minutos.

—¿Cómo se plantean el encuentro de hoy?

—Hemos estado viendo los errores que cometimos y tenemos que salir a por todas, porque ahora sí que estamos obligados a ganar si queremos seguir vivos en esta final.

—¿Qué cree que deben cambiar?

—Lo primero de todo, nuestra intensidad: ser más agresivos y, especialmente, defender mucho mejor. En ataque tenemos que estar más sueltos y tener confianza para meter los tiros.

—El martes pararon el juego interior del Barça, pero les machacaron desde el perímetro. ¿Hace falta más equilibrio?

—Es cierto que ellos estuvieron muy acertados, pero en parte fue por nuestra mala defensa. Hoy ya sabemos lo que tenemos que hacer y, además, estamos confiados. El de hoy es un gran reto para nosotros y queremos asumirlo.

—¿A qué se debió esa mala defensa?

—No lo sé. Pero, además de eso, el martes no tuvimos intensidad en todo el partido. No tenemos más remedio: debemos salir a por todas para ganar.

—¿Sienten la presión de jugárselo todo a una carta?

—Ahora, en todos los partidos, hay presión porque se trata de una final. Además, sabemos que en el partido de esta tarde no tenemos más remedio que ganar, pero confiamos en que podemos devolver la final a Madrid y seguir con nuestra temporada.

—¿Se está haciendo largo?

—Así es la competición. A todos de pequeños nos habría gustado jugar este tipo de partidos. Somos afortunados porque ahora tenemos la oportunidad de hacerlo.