Tiene 24 años y lleva sólo dos temporadas en la NBA pero Damian Lillard, base de Portland Trail Blazers, ha recorrido por la vía rápida el camino hacia el estrellato: novato del Año en 2013 y all star en 2014, está entre los 19 que trabajan para hacerse un hueco en la selección estadounidense que viajará a España. “Para eso estoy en Las Vegas, es un sueño poder representar a mí país”, asegura sin miedo a la enorme competencia que representan Derrick Rose, John Wall, Kyrie Irving y Stephen Curry.

Lillard tiene una excelente relación con Víctor Claver, que llevó a la vez que él a los Blazers: “¡Vic es mi hombre! Quiero quedar con él después del Mundial porque me ha contado lo bien que se lo pasa uno en España”. Y aunque no dice si ha hablado mucho con el valenciano de un posible duelo ante la Selección española, sí deja claro que siente el máximo respeto por los hombres de Orenga: “España es el hueso del Mundial. Es una plantilla llena de jugadores que están o han estado en la NBA. Es un equipo experimentado, se conocen bien y tienen a los Gasol”.

Como base, además, reconoce el talento de sus homónimos españoles: “Ricky es un crack, hace mejores a sus compañeros. Sergio Rodríguez estuvo en la NBA y podría volver si quisiera y Calderón, igual que Rudy, tira muy bien”.

Krzyzewski quiere centímetros

Mike Krzyzewski, seleccionador estadounidense, jugará mucho con quintetos pequeños pero quiere contar con pívots de garantías, sobre todo con un posible duelo ante la Selección española en mente. Anthony Davis tiene el puesto asegurado y, según la prensa estadounidense, podrían viajar también a España tanto DeMarcus Cousins como un Andre Drummond al que Krzyzewski ve como antídoto contra la fuerza de Marc Gasol en las zonas. Ya se habla de un quinteto titular formado por Curry, Harden, Durant, Davis y Cousins.