NBA

Violet Palmer, la primera árbitro, sale del armario y se casa

Ha cumplido 50 años y asume de forma pública su condición de lesbiana. Se casará con su novia de los últimos 20 años. Fue la primera mujer en arbitrar un partido de la NBA.

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Violet Palmer, la primera árbitro, sale del armario y se casa

Violet Palmer sigue haciendo historia. Nació el 20 de julio de 1964 y el 31 de octubre de 1997 se convirtió en la primera mujer que arbitró un partido oficial en una de las grandes ligas del deporte estadounidense. Fue en la NBA y en un Vancouver Grizzlies-Dallas Mavericks. Había entrado en el cuerpo de árbitros de la Liga ese mismo 1997 junto a Dee Kantner y dentro del esfuerzo del ya ex comisionado Stern por introducir a la mujer cada vez en más estratos de la NBA.

Palmer también ha sido la primera mujer en arbitrar un partido de playoffs (25 de abril de 2006, Indiana Pacers-New Jersey Nets) y la primera en formar parte de los colegiados en un All Star Game: este mismo 2014 y en otro acto sin precedentes en el deporte de Estados Unidos. Ahora vuelve a estar en boca de todos porque ha anunciado que se va a casar con su pareja, la famosa peluquera y estilista Tanya Stine, exmujer del exNBA Jayson Williams y con la que mantiene una relación desde hace veinte años.

“Esta es mi salida forma del armario”, anunció la árbitro, “le estoy diciendo al mundo que esta esta ha sido mi mujer durante los últimos 20 años”. Además, dejó claro que algunos de sus compañeros de profesión ya conocían su condición sexual: “Los más cercanos a mi sabían quién era mi pareja. No todo el mundo pero se puede decir que a nivel NBA ella era algo así como mi compañera de piso. En cuanto al resto de la gente lo que quería es que la gente se fijara en mi trabajo, que no se hablara de mi vida personal o mis preferencias sexuales. Quería que simplemente dijeran: ‘eh, es una gran árbitro’”.

En cualquier caso, y cumplidos los 50 años, asume con absoluta naturalidad una condición sexual de la que ya era plenamente consciente en sus años de instituto: “Si alguien me preguntaba no solía tener problema en reconocerlo. Ahora bien, ¿ir por ahí con la bandera gay pintada en mi frente? No lo veo necesario aunque nunca lo escondí realmente”.

Stine, por su parte, sabe que ahora habrá muchos más focos pendientes de ella: “En el mundo del deporte no me conocía mucha gente. Yo iba a los partidos con ella pero sólo sus amigos me reconocían. Nos parecía más sencillo así, que ella sólo se concentrara en su trabajo. Ella era la mujer que había entrado en la NBA y eso ya era suficientemente importante”.