TURQUÍA 63-ESPAÑA 70
Marc reina también en Estambul
El de los Grizzlies firmó un doble-doble (16 puntos y 13 rebotes) y junto a su hermano Pau sentenció a Turquía, que aún no ha ganado en su preparación.
triunfo más abultado de la Selección a domicilio en los últimos cinco veranos fueron los siete puntos de Liubliana en 2010 (72-79), una renta que España igualó ayer en Estambul (63-70). El equipo sufre en sus amistosos fuera de España y el del Abdi Ipecky no fue una excepción.
Partido descafeinado y sin ritmo, en el que los de Orenga secundaron un guión sin nuevas tramas y en el que Cedi Osman, a sus 19 años, a punto estuvo de convertirse en el villano de esta gira. La nueva perla del basket turco anotó una canasta que redondeaba un parcial de 8-0 para los de Ataman en el último asalto. Dos minutos para el final y sólo un punto abajo (63-64), cuando Ibaka había puesto la máxima para España unos minutos antes (48-61, minuto 33) con un 2+1. Pero si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Cuando Turquía más apretaba y España más descolocada parecía, surgieron los hermanos Gasol. Cuatro tiros libres de Marc y un gancho de Pau a falta de 47 segundos sentenciaban. Partido resuelto y nuevo titular para los pívots españoles, que firmaron 48 de los 70 puntos de España en Estambul. El juego interior continúa metiendo miedo. Mucho más incluso si Estados Unidos sigue perdiendo piezas (el Mundial peligra para Cousins).
Al descanso, el dominio en el rebote, en una nueva exhibición de Marc (nueve puntos y ocho capturas para acabar con un doble-doble: 16 puntos y 13 rebotes) era abrumador: 24-12. Y con Reyes encadenando dos jugadas de tres puntos (2+1) y asistiendo a Pau para que éste se estrenara.
Protagonismo en la pintura, mientras el juego exterior sigue con su papel secundario. El triple de esta España no es una amenaza —21 de 70 en lo que llevamos de preparación— y sólo Navarro mete miedo cuando lanza más allá de la línea de 6,75 (8 de 14), aunque sus apariciones son intermitentes (ocho de sus diez puntos en el tercer cuarto). Cuarto triunfo de la preparación, pero con deberes por hacer. Aún queda mucho margen de mejora.