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ESPAÑA 86 - ARGENTINA 53

Abrines se quedó sin debutar y Rudy y Felipe no jugaron

Pese a que el público del Palacio pidió la presencia del jugador del Barcelona, Orenga prefirió no forzarle. Se espera que los tres estén disponibles para el inicio del Mundial.

MadridActualizado a
Abrines firma un autógrafo a una aficionada ayer en el Palacio.
FEB

En el último encuentro de preparación antes del inicio del Mundial (este sábado ante Irán), Juan Antonio Orenga sólo contó con diez jugadores. Ni Alex Abrines (quien se quedo sin debutar pese a completar con normalidad la rueda de calentamiento), Felipe Reyes y Rudy Fernández (ambos presenciaron el partido vestidos de calle) participaron en la contundente victoria (86-53) ante Argentina. De esta manera, el alero mallorquín del Barcelona (lesionado en el brazo durante la gran parte de la concentración) tendrá que esperar al inicio del Mundial para vestir por primera vez en su carrera la camiseta de la Selección. "La manera de empezar no es en un partido, sino en la sesión de tiro que ha hecho hoy y en el trabajo que hará estos días para llegar perfecto al arranque e ir creciendo a lo largo del torneo", explicó el técnico en rueda de prensa.

Por su parte, Rudy y Felipe, ambos con diferentes molestias, no forzaron para evitar algún posible disgusto a sólo cinco días del arranque del Mundial. "Rudy está bastante mejor y llegará sin ningún problema al entrenamiento de Granada y Felipe igual", aclaró Orenga.

Dani Díez, quien ha completado la mayor parte de la concentración, sí que pudo contar con unos minutos (saltó a la cancha 3:14 de la conclusión) a modo de despedida. No obstante, el seleccionador negó tajantamente la posibilidad de que el jugador del Real Madrid pueda sustituir a Abrines en el equipo del Mundial: "Dani ha jugado nuestro último partido con nosotros. Ha hecho un trabajo muy bueno, pero el objetivo era recuperar a Alex".

"Lo importante es que no recaiga", reiteró sobre este último. Por ello, ante Argentina, el seleccionador optó por un plan conservador. Ni cuando el público congregado en el Palacio coreó con insistencia el nombre del alero, el técnico le dio entrada en pista. Se dirigió hacia el jugador y, sonriendo, le dio un par de golpes en la cabeza. "Tendrás que esperar", pareció decirle al mallorquín.

Por lo demás, España no tuvo mayores problemas en su último ensayo mundialista. Argentina se dejó la garra en el hotel de concentración y claudicó pronto ante el poderío español. Madrid, a la espera de lo que suceda en la fase final, se divirtió con la Selección. Un buen aperitivo.