La defensa de Estados Unidos arrolla a Eslovenia

Al fin, una selección internacional de EE UU siempre invade la pista en oscuras oleadas de defensa. Como impactos directos, esas oleadas funden plomos, destrozan lámparas, generan incendios. Con esos desembarcos desde la defensa, los Estados Unidos de América y de Mike Krzyzewski fueron sacando las muelas a la correosa Eslovenia de los hermanos Dragic (Goran y Zoran) y del buen entrenador, Jure Zdovc, excelente base internacional en la antigua Yugoslavia.

Ante 10.000 espectadores en el flamante Gran Canaria Arena, se navegaba con 19-18 para EE UU en el último minuto del primer cuarto. Ahí, los eslovenos ajustaban zonas y mantenían el pulso por el ritmo. En el minuto 15, sólo en seis minutos, ya se estaba en 34-18 tras parcial explosivo de 15-0: 10-0 para abrir el segundo cuarto. EE UU llegó a ir 1/6 en tiros libres mientras los Dragic hacían diabluras (más, Zoran: 16 puntos) y Lorbek acompañaba. Con ese 34-18, Krzyzewski bajó el calor defensivo al ensayar la propia zona estadounidense. Y como nadie en la NBA conectó un triple antes del descanso (0/5), ahí se llegó en 46-35. Irving, base titular antes que Rose, era un cometa en piruetas. A Harden se le veía despistado en el día de su 25 cumpleaños. Y Eslovenia aún respiraba. Pero…

Sentencia. Venía la segunda ola oscura de descargas defensivas. El minuto 22 se cruzó con 54-39… y en tres minutos más, la defensa americana creció en voltaje. Y electrificó a Eslovenia (38,2 % en tiros de campo): 15-0 y 69-39 en el minuto 25 entre facilones ‘alley-oops’ del furioso Faried (14 puntos) y el interminable Anthony Davis: 18 puntos, nueve rebotes.

El 69-39 era la sentencia. Krzyzewski, Coach K, empezó a rotar gente. Llegaron algunos triples, Harden, Curry, luego tres de Thompson… aunque ni siquiera al Coach K se le vea capaz ahora de extraer de estos jóvenes el petróleo de la organización y el equilibrio interior-exterior contra equipos similares o superiores en talla y recursos humanos. La romántica Eslovenia no es lo que España sí es: o debería ser. Al fin, 101-71, cuarta victoria de EE UU en preparación (4-0) y última antes del viaje a Bilbao. La oleada defensiva produjo diez tapones y 50 rebotes. Pero todas las olas tienen su rompeolas: ¿España?