Andre Drummond: “Puede ser enorme una final ante España”

Estados Unidos ya se deja sentir por Bilbao. “¿Es un oso o un perro?”, bromeaba Drummond junto a Puppy, el chucho realizado con flores que vigila el museo Guggenheim. La seguridad es extrema en torno al equipo norteamericano, situado en el hotel Domine, prácticamente cerrado a la expedición USA. Echan el cerrojo a sus entrenamientos y sólo se puede asistir al último cuarto de hora. Ayer previamente se ejercitó Turquía y los yankees rodearon a Asik, pívot de los Pelicans, para compartir intimidades y bromas.

“Lo más importante para nosotros es componer un equipo. Es muy fácil trabajar con este grupo, porque todos tienen una gran actitud, están muy orgullosos de representar a su país y no son egoístas”, arrancaba el seleccionador, Krzyzewski.

“Cada vez el baloncesto FIBA y el NBA son más parecidos —prosiguió—, pero el juego tiene muchos matices. Ni siquiera el estilo de la costa Este y Oeste en nuestro país son iguales. Nuestro objetivo es el mismo de todos: ganar el oro”.

Rudy Gay es el único que repite con respecto a 2010 junto con Rose y Curry. Acaba de hacer 28 años y es uno de los veteranos del grupo. Asomó por la cancha escrutando todos los rincones del BEC. “Es un pabellón precioso y un honor jugar aquí. El graderío es enorme, así que seguro que va a haber un gran ambiente en los partidos”. Su intención es conocer un poco más a fondo la capital vizcaína: “Por lo poco que he visto, me ha parecido una bella ciudad costera”. Además, prevé una gran final ante España, “pero tenemos que ir partido a partido, porque el campeonato va a ser muy duro”.

Muy fuerte. El que se acerca a Andre Drummond se siente un microbio. El pívot de Detroit Pistons es un 2,08 con una caja torácica como un tambor. “Voy a aportar rebote y físico para que el equipo juegue más fluido en ataque. Lo voy a dar todo aunque no sea titular. En Detroit quiero progresar, aprender a ser más paciente cuando reciba el balón. Va ser muy duro jugar contra España por la medalla de oro, sería un partido muy excitante, puede ser una final memorable”.

La célebre barba de Harden también se paseó por el BEC: “Tenemos que hacer lo mismo que en el amistoso ante Eslovenia: jugar rápido y fuerte”.