LIGA ENDESA

Grimau deja el Bilbao dolido por las formas de la rescisión

El jugador renunció al año que le quedaba: “Acepto la decisión, pero no puedo estar de acuerdo en cómo se ha llevado todo”.

Bilbao

El Bilbao Basket cerró mil asuntos urgentes este verano para salir a competir en ACB y le quedaron temas pendientes, entre ellos dos muy especiales, material muy sensible, porque se trata de dos jugadores de hondo calado en Miribilla. Germán Gabriel perdonó dinero al Estudiantes el año pasado porque se lo iban a compensar en Bilbao y resulta que ha sufrido atrasos, no le llegó lo prometido y ahora le van a rescindir el contrato. A la espera de garantías absolutas en el finiquito, ha decidido entrenar con el equipo y ayer hasta jugó un amistoso en Oviedo a las órdenes de Sito Alonso. Roger Grimau es libre desde hoy mismo. El veterano alero barcelonés se ha despedido por carta y muestra su desagrado por las formas en la rescisión.

"No estoy feliz porque yo quería jugar en Bilbao; acepto deportivamente la decisión del club, pero no puedo estar para nada de acuerdo en la forma como se ha llevado todo", señala el alero catalán. "No es normal quedar libre a 23 de septiembre cuando se sabía desde junio. Con los perjuicios que esto me causa", escribe, en alusión a que el mercado ahora le cierra las puertas de par en par. “Hoy debería ser un día feliz para mí. Hoy. ¡HOY! Se pone punto y final a más de tres meses de incertidumbre, tristeza, enfados, amarguras y un largo etc.. Un verano que tenía que servir para relajarme (relajarnos todo el equipo) después de una temporada que no hace falta recordar. Pero no, no estoy feliz. Pero la vida es así. Por suerte o por desgracia, los sentimientos no deciden”, arranca la emotiva misiva.

“Permitidme agradecer desde estas líneas a Leti, mi mujer, haber aguantado mis malos momentos este verano, que por desgracia han sido demasiados. Gràcies guapa, ET VULL!. Algo bueno saco de este verano, me he dado cuenta de que sigo queriendo mucho este deporte, sigo manteniendo la misma ilusión que tenía hace ya... unos cuantos años... Ojalá pueda volver a jugar en Miribilla. El final, sin duda, no ha sido lo que tenía pensado, y sólo faltaban unos meses... Ha sido un auténtico honor jugar para vosotros. Para un jugador competir con el ambiente que se da cada semana en Miribilla es un privilegio. Me habéis rejuvenecido y dado cuerda..”, lanza el Hombre de Negro dejando muchos trazos de sentimiento a flor de piel. Además, rememora cómo le dejó “alucinado” la final del Bilbao con el Barça en 2011, cuando vestía los colores azulgrana. “Podía ser el último partido con el club de mi corazón, ese ambiente me cautivó y a la llamada de Jose (Cobelo, la mano derecha de Gorka Arrinda y director deportivo del club) no tardé ni 24 horas en dar el sí”.

Confiesa sentirse afortunado por haber jugado después de muchos años con Mumbrú, haber conocido a Hervelle y coincidir de nuevo con el genial Raúl López (al igual que Alex, en la Penya), y también catar la calidad humana de Germán Gabriel y muchos compañeros con los que compartió vestuario, en especial Josh Fisher.