El Tribunal de Arbitraje Deportivo ha emitido una resolución por la cual anula otra adoptada por la ACB de 17 de julio que acordaba la expulsión del Bilbao Basket de la Liga Endesa y como socio de la Asociación. “Desde el Bilbao Basket queremos mostrar nuestra satisfacción por dicha decisión al tiempo que, como hemos dicho en reiteradas comunicaciones, ratificamos que nuestra única intención es continuar afianzando este maravilloso proyecto y disputar la mejor liga de clubes de baloncesto de Europa”, se expone desde la franquicia de Miribilla en un comunicado. “Animamos, desde estas líneas, a nuestros socios, abonados y aficionados a que disfruten con nosotros el próximo domingo día 5 de octubre a partir de las 12:15 horas del primer partido de la Liga ACB en el Bilbao Arena ante el Montakit Fuenlabrada”.

Ahora la pelota sigue en el tejado de la ACB, y más concretamente de su presidente ejecutivo, Francisco Roca, que promovió la expulsión. Aunque amenazó con acudir a la Audiencia Nacional para combatir esa decisión del TAD (órgano al que se dirigió el club tras entrevistarse con Miguel Cardenal), en una reciente intervención, Roca ya no habló de esa medida. Los pasos del Bilbao Basket han sido muy firmes y han dejado en mal lugar la rápida decisión de la ACB: se ha refinanciado la deuda, hay un proyecto con demostrada solvencia económica y se va a intentar alcanzar los ocho mil abonados. Todo parece ir viento en popa en Miribilla, frente al caos de estos últimos años.

El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) estimó el 8 de agosto el recurso del Bilbao Basket y obligó a la ACB a readmitirlo. El club vizcaíno había presentado alegaciones pidiendo la anulación de la decisión de la ACB de excluirles de la competición por no cumplir con los requisitos económicos. Se trata de un órgano adscrito al Consejo Superior de Deportes. La ACB reaccionó afirmando que respetaba "la independencia y actuación del TAD otorgando la medida cautelar solicitada por el club en el recurso interpuesto", pero mostró su "disconformidad" con la decisión, que permitía que el equipo bilbaíno participara en la Liga adeudando salarios a toda la plantilla. Su contestación fue muy dura y abrió un frente bélico entre el Bilbao y la ACB. "Esta decisión altera el buen orden de la competición deportiva, perjudica los intereses de todos los participantes, que deben competir con quien adeuda salarios de los jugadores y no acredita la solvencia mínima necesaria que garantice las obligaciones económicas que contraiga con todos, y agravia al resto de equipos que se han visto obligados a renunciar a jugar en la Liga por no disponer de los recursos necesarios", expresó el segundo punto del comunicado.

La Asociación de Clubes de Baloncesto cargó contra el TAD, del que dijo que "carece de potestades administrativas para revisar la resolución de la Asociación y adoptar en consecuencia esta medida cautelar", por lo que avanzó un recurso ante el Juzgado Central de lo Contencioso de la Audiencia Nacional.

Por su parte, la ACB emitió a continuación otro comunicado en el que constataba que su decisión de 17 de julio de 2014 “se enmarca dentro de las competencias que le reconoce la Ley del Deporte y la normativa aprobada por los clubes de la ACB en desarrollo de la citada Ley. Asimismo, cree que el expediente de inscripción de un club en la competición, aunque puede finalizar con la no inscripción, no es una sanción disciplinaria”. Por esta razón, la Asociación aclaró que seguirá trabajando para que se le reconozca la facultad y la competencia para la tramitación de los expedientes de inscripción de conformidad con los requisitos establecidos estatutariamente por la liga profesional. “Para la ACB, esta materia constituye un acto inherente al ámbito asociativo privado y la eventual resolución negativa de la inscripción no constituye una sanción disciplinaria ni, en ningún caso, obliga a convertir el procedimiento de inscripción en un expediente disciplinario ni a su tramitación conforme a las reglas y principios del mismo”, finalizó en la nota.