El Barcelona cerró una gira en la que representó bien a la Euroliga en Asia con un exótico casi, casi entrenamiento a más de 8.000 kilómtros del Palau y en un rutilante Taipei Arena (capacidad para 15.000 espectadores) que presentó una entrada pobre en el primer tiempo y decente en el segundo. Los All-Stars de la Liga de Taiwán apenas fueron un equipo (anotaron 57 puntos, perdieron por 66), lo que sí habían sido días antes los leones de Zhejiang. Así que el partido fue un paseo divertido y sin defensas para los de Pascual, que ha reconocido que el viaje ha sido una buena ocasión para hacer grupo.

En medio de esas convivencias sazonadas de actos publicitarios, el Barcelona pasó del 83-94 de China al 57-123 de Taipei. Un partido sin partido, absolutamente roto en el descanso (27-64) ante un rival sin sistemas, cohesión ni más talento individual que algunos destellos de Liu Cheng y los muelles de Norvel Pelle, que nació en Antigua y Barbuda y se crió en los suburbios de Los Ángeles. Sus mates, convertidos o errados, y sus tapones, legales o ilegales, fueron la gran atracción para el público local. Y sus números lo más potable de su equipo ante unos pívots del Barcelona sin ninguna gana de meterse en refriegas. A ver quién se lo iba a pedir en un partido así a Tomic o Nachbar...

Huertas y Navarro dirigieron junto a Thomas el estirón inicial (12-34, primer cuarto) antes de dar paso a la guardia joven, cuyos destellos mantuvieron el partido con algo de vida, aunque fuera con respiración asistida, durante el segundo tiempo. Hakkanson demostró que está para tener minutos, Abrines que ahora mismo juega en trance y Hezonja que es uno de los grandes talentos jóvenes del baloncesto europeo en los últimos años. Si los dos aleros cogen su mejor punto de ritmo y confianza en paralelo a la recuperación de Satoransky, el Barcelona tendrá la dinamita que le ha faltado en los trances más mecanizados de las últimas temporadas. El mallorquín acabó con 17 puntos, el croata con 20.

El Barcelona cierra pretemporada con la temporada empezada y a las puertas de una semana de tres partidos, dos de Liga (a la espalda de su buen debut ante el Baskonia) y el debut en Euroliga con la visita al Palau del Bayern de Munich. Un partido ya de máxima exigencia a la vista de ese grupo de la muerte (Fenerbahçe, Milán, Panathinaikos, Bayern…) con aroma a grupo del Top-16 en el que conviene fallar lo menos posible.