Todo el mundo esperaba este partido con impaciencia, pero se quedó en un quiero y no puedo. El morbo fue mucho mayor que la realidad y el reencuentro de LeBron James con su pasado, con los Miami Heat, se quedó en nada, en un simple partido de pretemporada entre los Cleveland Cavaliers y la franquicia de Florida (122-119). Habrá que esperar a Navidad para que de verdad se conozca el alcance del rencor de los excompañeros del Rey y de la ciudad que le adoptó durante cuatro temporadas. Lo ajustado del marcador a favor de Cleveland no refleja lo que fue el partido, sólo la entrada de las segundas y terceras unidas puso algo de morbo (y una prórroga) a un duelo, que con las primeras estrellas en pista fue dominado sin problemas por la franquicia de Ohio.

Porque la realidad de la NBA es esta. La preparación es simplemente lo que su nombre indica: preparación. Los equipos no pisan el acelerador, no arriesgan... hay muchas rotaciones, experimentos, pruebas con jugadores cuya presencia en la temporada está en duda. Y porque LeBron se enfrente contra Wade y Bosh eso no va a cambiar. El Elegido llegó hasta mediados del tercer cuarto (siete puntos y con muy buenos destellos en la distribución del juego), y junto a él fueron circulando el resto de estrellas: Kevin Love, Wade, Waiters, Bosh, Varejao... y aparecieron esos jugadores que desaparecen en la realidad de la Liga cuando comienza lo serio, a excepción de uno, Napier. El rookie de los Heat tendría que convertirse en el base titular del subcampeón. En casi 23 minutos demostró que su nivel, con algo del tiempo, puede ser extremadamente superior al de Chalmers y ya no digamos al de Cole.

Nota al margen en este partido fueron las sensaciones que trasmitió Miami. Una sombra de lo que fue hace escasamente cuatro meses. Sin ideas y blando, como si ya diese por perdido todo el año sin haber empezado. La salida de LeBron y conocedores de que Wade no está en auge, las caras son largas en South Beach. Pero con todo eso, la calidad de su plantilla sigue situándoles como fieles candidatos a entrar en los playoffs sin ningún tipo de problema.

Hecho que no preocupa a los Cavs. Su entrada en la última fase de la campaña es ya un hecho que sólo necesita confirmación oficial. Los 82 partidos que deben disputar, tendrán el único objetivo de alcanzar el primer puesto de la Conferencia Este, con un mejor balance que el primero del Oeste para no encontrarse sin un factor cancha fundamental en unas hipotéticas Finales de la NBA. LeBron busca su tercer anillo y no quiere errores.