LOS ESPAÑOLES Y EL NUEVO CURSO

Calderón: un tipo sencillo en los mediáticos Knicks de Jackson

El base debe aprovechar su oportunidad en una de las franquicias más mediáticas de la Liga y adaptarse al famoso Triángulo Ofensivo. Por el momento, parte como titular.

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Calderón: un tipo sencillo en los mediáticos Knicks de Jackson

José Manuel Calderón no es el jugador más mediático entre los españoles que se encuentran en la NBA, pero nadie puede negarle que, en vísperas del inicio de su décima temporada en la Liga, es todo un referente para nuestro baloncesto. Los números no engañan: sólo Pau Gasol (1010) ha jugado más partidos entre Liga Regular y Playoffs que el extremeño (652). No es un jugador que acostumbre a aparecer en los highlights de cada jornada ni que deje grandes titulares con sus declaraciones, pero su eficacia está por encima de toda duda. Atraído por ella, Phil Jackson apostó este pasado verano por el base en su primer proyecto tras ser nombrado presidente de los Knicks en marzo de este año.

Traspasó, junto a Tyson Chandler, al anárquico y alocado Raymond Felton a los Mavericks, franquicia con la que Calderón firmó en 2013 un contrato de 29 millones de dólares y cuatro cursos de duración. “José es un base considerado y con un gran control del balón. Es un muy buen tirador de tres puntos con la capacidad de organizar bastante bien al equipo. Anticipamos que encajará en lo que estamos intentando hacer”. Con estas palabras, el Maestro Zen explicaba por qué se decantaron por Calde en Nueva York. Una descripción que encaja a la perfección con los fundamentos de su archiconocido Triángulo Ofensivo. Un base europeo y nada egoísta que entiende el juego, circula el balón y la hace llegar a la zona en donde reside la ventaja para el ataque. Aún es pronto para sacar conclusiones, pero en lo que se ha visto de pretemporada, Calderón va encajando y haciendo encajar al resto de sus compañeros en este nuevo sistema.

Ideado por Jackson, Derek Fisher será el encargado de ponerlo en práctica desde el banquillo. Retirado tras la disputa de los últimos Playoffs con los Thunder, debuta este año como técnico en uno de los equipos que mayor interés despierta. Pocos conocen mejor que él los entresijos de este triángulo (que consiste en comenzar la jugada sobrecargando uno de los lados del ataque para a partir de ahí, leer los desequilibrios creados en la defensa para sacar ventaja). No en vano, ejerció la labor de director de orquesta en los Lakers de Phil Jackson durante nueve cursos repartidos en dos etapas. Por ello, los comentario que le dedicó al internacional español a comienzos de este mismo mes adquieren aún más valor: "No solía ser divertido jugar contra él porque tiraba de maravilla, nunca cometía pérdidas tontas, siempre mantenía la compostura y resultaba impresionante como competidor. Estoy muy contento de tener ahora la posibilidad de trabajar con él. Es un gran gestor que siempre toma buenas decisiones”.

Para no defraudar a sus nuevos jefes, tras conocerse su traspaso a los Knicks y antes de concentrarse con la Selección para preparar el Mundial, Mister Catering pidió a los coordinadores de vídeo del equipo que le hicieran llegar cintas sobre el Triángulo Ofensivo. Deberes por adelantado que muestran la implicación y el compromiso de Calderón con los de Manhattan. “Intento que todo el mundo se sienta cómodo en la cancha. No me importan ni mis tiros, ni mis puntos, ni mis asistencias. Simplemente se trata de jugar de la manera correcta, logrando que todo el mundo se involucre”, relata quien parece haberse ganado, al menos por el momento, un puesto en el quinteto titular en el que sólo Carmelo Anthony tiene asegurada su presencia pase lo que pase.

En el plano personal, el de Villanueva de la Serena tendrá que cambiar de chip respecto al trabajo que acostumbró a hacer el curso pasado en Dallas o este verano con España, donde ejerciór de falso escolta, habitando en varias ocasiones en las esquinas para sacar provecho de su buena muñeca. Sin un Monta Ellis o Ricky Rubio a su alrededor, volverá a copar el protagonismo a la hora de organizar el ataque del equipo.

Más allá de sus grandes porcentajes desde la línea de tres (41,1%) y desde la de personal (87,4%), su gran virtud es el buen cuidado que ejerce sobre el balón. Su paciencia le permite no arriesgar y sólo pasar cuando lo ve claro. Esto le ha permitido destacar como uno de los mejores jugadores con mejor ratio de asistencias por pérdida, un dato estadístico muy valorado en Estados Unidos. Es más, salvo en la campaña de su debut (la 2005/06) siempre ha estado entre los cuatro mejores en este ranking, liderándolo en tres temporadas.

En medio de las luces, se vislumbra su gran sombra: la defensa. Nunca ha destacado por su rapidez de piernas y ahora, con 33 años cumplidos hace menos de un mes, el bajón físico propio de la edad le deja en inferioridad respecto a muchos del resto de bases de la Liga. La explosividad de los Parker, Irving, Paul, Lillard y compañía le harán, a buen seguro, sufrir en su propio aro. Sin embargo, el coach Fisher no se muestra preocupado por las carencias de José en esta faceta. “En la NBA no hay que hacer una defensa de uno contra uno, siempre consiste en cómo defienden cinco hombres y no uno. Creo que lo hará bien, es un competidor duro. No estoy preocupado sobre si él puede estar en defensa, sino sobre si el nosotros podemos jugarla”, destaca. Lo cierto es que, aunque están consiguiendo una trayectoria ascendente en los partidos de preparación, trabajo no le va a faltar al técnico en esta faceta.

Por todo ello, Calderón está en condiciones de aprovechar una oportunidad única y reivindicarse tras una más que gris Copa del Mundo. El proceso de reconstrucción en el mítico Madison Square Garden no ha hecho más que comenzar, por lo que va a tener que trabajar desde el primer minuto para conseguir una estabilidad (desde que abandonó Toronto en enero de 2013 ha pasado en menos de dos años por Pistons, Mavs y Knicks) que le permita establecerse en Nueva York durante los próximos años. Un camino largo por delante, pero que puede fructificar en un hipotético y futuro anillo, si la suerte y el destino quieren aliarse con la sabiduría del Zen Master.

Además, aparte de por sus cualidades en la cancha, Phil Jackson puede utilizarlo para recuperar la mejor versión de Bargnani, un número uno de draft con quien compartió vestuario en los Raptors: “Espero poder ayudarle a ser el que era y a que se sienta cómodo. Puede ser increíble en este sistema”. Y de cara al próximo verano, intentar reclutar a Marc Gasol, quien acaba contrato con los Grizzlies. Pero mientras tanto, debe demostrar su valía en una franquicia constantemente situada en el ojo del huracán. Calderón, un tipo tranquilo y sencillo al que le gusta disfrutar de la vida en familia, llega a uno de los epicentros mediáticos del deporte de la canasta. En Manhattan. En Nueva York.