Sergio Scariolo abandonó la Selección tras los Juegos de Londres. Ahora, tras el batacazo de España en cuartos ante Francia en la Copa del Mundo de casa, su nombre vuelve a sonar para dirigir al combinado español. El técnico, destituido en el Baskonia el pasado verano, hablo sobre este rumor y otros muchos temas este martes en el programa Zona Verde de 101 Televisión, del que transcribimos lo más destacado. 

-Se habla de que Scariolo es candidato a la Selección…

-No sé si el nombre de Scariolo está encima de la mesa. Francamente dejé ese cargo hace dos años por unas determinadas razones. Obviamente tras cuatro años muy bonitos, he mantenido relaciones muy cordiales y amistosas con la Federación, cuerpo técnico, jugadores… En algunos casos, de amistad bastante profunda. No hay nada más que eso, de momento. Repito, cuando has estado en un sitio, conoces perfectamente las cosas que te han animado a estar cuatro años a gusto y también luego decidir que ya ha terminado una etapa. A partir de ahí las cosas se analizan, examinan y se consideran cuando se producen. Y en las formas en las que se producen. De momento, como no ha lugar a hablar del tema porque no hay nada concreto, no merece la pena.

 -¿Es un vestuario complicado? ¿Son muchos egos?

-Fuera del campo yo creo que es un grupo de personas serias, profesionales, saben manejarse… Es obvio que hay que tener flexibilidad fuera del campo con la Selección, diferente a la que tienes que tener con un equipo. Juega cada dos días, sobre todo, en la fase de preparación, y no he tenido nunca, nunca un problema fuera del campo. Nunca he tenido en ningún momento la sensación de que no llegara un jugador preparado a entrenar la mañana siguiente. Y además siempre he tenido la sensación de que tuviese una capacidad fantástica de medir cuándo era el momento de hacer una cena, tomar una copa, pasarlo bien, etcétera. Y cuando era la hora de competir, sólo existía la competición. La cuestión es más bien de definir una serie de condiciones, de norma, de manera de ser en el campo; no creo que haya que preocuparse demasiado por lo que pasa fuera porque es un equipo de gente madura en general. Y en concreto, uno por uno, sí que es un tema muy importante para el movimiento del baloncesto español… y es el campo el que tiene que volver a dar las alegrías que ha dado muchos años.

-Y de no ser Scariolo, ¿quién sería el seleccionador ideal?

-No te puedo decir un nombre, hay entrenadores de excelente nivel… ¿Qué perfil tendría que tener para manejar un grupo como la selección? La cuestión no es esa, sino que la cuestión es qué perfil se busca como cuestión número uno, esa pregunta sería quizás la cuestión número dos. Es un poco más compleja la número uno, qué se quiere y cómo se quiere llevar, con el grupo existente, la evolución de los próximos años.  Una vez que se tome ese camino, sí que se puede identificar un entrenador y no creo que sea ese el problema más grande. Hay que saber qué línea se quiere seguir y asociar un perfil de entrenador, cuyo paso no creo que fuese tan complicado.

-¿Da esta España para una nueva plata olímpica?

Pues yo creo que sí, francamente. Pero para jugar la Olimpiada primero hay que clasificarse y es más complicado de lo que la gente se piensa.

-¿Alguna vez le han vuelto a tantear para volver al Unicaja?

-Sí, hubo una vez cuando creo que al final Aíto acabó por salir, cuando se fichó a Chus Mateo. Pero era imposible porque estaba con la Selección española. Conllevaba renunciar justo a lo que más me interesaba una vez que había iniciado el camino de la selección que eran los Juegos Olímpicos. Así que no se empezó a hablar.

-¿Y los horarios de Euroliga y ACB tan ajustados...?

-Es absurdo. Todas las ligas europeas permiten a sus equipos jugar los lunes si juegan los viernes. Me parece una auténtica ‘absurdidad’… Sus razones habrá porque yo no soy de los que piensa que la gente toma decisiones, que a todos nos parecen tan malas, por el gusto de hacer daño. Hay que pensar en lo deportivo. Esto eleva el nivel de riesgo de lesiones de los jugadores. Menos showbusiness y más pensar en lo deportivo.