Puesto 2013-14: 4º con un balance de 54-28 en la Conferencia Oeste. Cayó 4-3 en primera ronda ante Portland Trail Blazers.

Previsión 2014-15: +50 victorias y quinto puesto del Oeste.

Calendario 2014-15.

Quinteto titular: Patrick Beverley, James Harden, Trevor Ariza, Terrence Jones y Dwight Howard

Principales suplentes: Francisco García, Jason Terry, Kostas Papanikolaou, Donatas Motiejunas, Joey Dorsey. (Plantilla completa).

ESTRELLA: Dwight Howard

James Harden representa el talento y quizá sea el jugador con más responsabilidad a la hora de llevar a Houston al siguiente nivel. El escolta tiene que mejorar su defensa y su concentración cuando las cosas van mal para cambiar su imagen de la fallida experiencia de los playoffs 2014. Pero, si el físico acompaña, Dwight Howard es un jugador absolutamente determinante, líder en pista en la última eliminatoria ante los Blazers: 26 puntos y casi 14 rebotes por partido. Excelente en defensa y tosco pero productivo en ataque, vuelve a ser estar entre los dos o tres mejores pívots de la NBA tras su inestable salida de Orlando y su feo tránsito por los Lakers.

CLAVES:

Mejorar en defensa: Con Howard y Beverley como únicos especialistas reales, los Rockets no fueron un buen equipo defensivo la temporada pasada. Ahora llega Ariza, mejor que Parsons en ese aspecto, y Harden promete más compromiso. Clave absoluta para el crecimiento del equipo.

Profundidad: La pareja Harden-Howard es uno de los mejores dúos interior-exterior de la NBA. Pero para ascender en un Oeste de máxima competencia, los Rockets necesitan un mayor impulso colectivo y definirse definitivamente en los puestos de base y ala-pívot.

Seguir adelante: El plan del general manager Daryl Morey había dado una buena zancada en los dos últimos veranos, primero con Harden y después con Howard. Pero ha fallado la llegada de un tercer pilar. Ni siquiera aterrizó Bosh, que estuvo a punto. Los Rockets tienen que hacer de la necesidad virtud y reforzarse como bloque, aunque quizá en el mercado invernal...

La pasada fue, desde luego, una buena temporada para Houston Rockets. Jugaron bien, en algunos tramos escandalosamente bien, y ganaron 54 partidos, nueve más que en la campaña anterior. Eso les valió pasar del octavo al cuarto puesto del Oeste, casi hasta la línea de meta persiguiendo a los Clippers en busca del tercer puesto y un lugar en el podio del Wild West. 54 victorias: el mismo balance que los Heat y sólo peor que los de Spurs, Thunder, Clippers y Pacers. Pero en playoffs se metieron de lleno en la trampa de los Blazers y cayeron demasiado pronto, en una eliminatoria antológica de primera ronda cuyo marcador total tras seis partidos fue de 672-670 para los de Oregon.

Ese final de curso dejó un sabor amargo para un equipo que comenzó la temporada con aspiraciones muy altas gracias a la revolución del general manager Daryl Morey, que en dos años cambió radicalmente el roster de la franquicia y lo puso en manos de la pareja James Harden-Dwight Howard. El objetivo era añadir este verano una tercera estrella, y a punto estuvo de llegar Chris Bosh. Para eso se sacrificó por completo un proyecto que contaba con jugadores como Goran Dragic, Kevin Martin, Kyle Lowry o Chase Budinger. Y por esa búsqueda salieron este verano a cambio de muy poco Asik y Lin y se dejó ir a Parsons.

Pero no llegó Bosh. Ni (claro) LeBron o Carmelo. Sin esa tercera estrella que acompañe a Harden y Howard, una dupla que es material seguro de All Star, los Rockets tendrán difícil dar ese paso adelante definitivo en un Oeste en el que otros te hacen retroceder en cuanto no avanzas. Ariza es un excelente sustituto de Parsons, y otro especialista para ayudar a Beverley y Howard en una defensa muy mejorable, en la que pueden dar relevos los exbarcelonistas Papanikolaou y Dorsey y en la que Harden ha prometido compromiso y concentración. Con eso tendría mucho avanzado un equipo que volverá a ser, en cualquier caso, uno de los más peligrosos de la Liga.