Deji Akindele es un trotamundos y, esta tarde, a punto estuvo de convertirse en el nuevo verdugo del Tuenti Estudiantes. España es el décimo país sellado en su pasaporte. Debutó en el Herbalife Gran Canaria la pasada temporada (llegó en abril), pero su romance con el basket español había tenido ya dos desengaños: en 2006 lo intentó en Calpe (LEB 2), pero no convenció, lo mismo que le pasó en el Obradoiro en 2009. En el Palacio, en cambio, enamoró (24 puntos y 14 rebotes para 35 de valoración).

Nada más arrancar, Akindele puso el 0-2 para el Fuenla, un presagio de lo que se le venía encima al Estu que, eso sí, tuvo el partido controlado en los minutos finales. Con los puntos de Rabaseda (11 en el primer cuarto con 3 de 4 en triples) y la irrupción de sus dos americanos, Simpson y Nunnally, el equipo estudiantil se fue en el marcador (25-16, minuto 12). El Fuenla se empeñó en recortar distancias desde la línea de 6,75, pero los tiros no entraban, hasta que Jimmy Baron, con Van Lacke encima, firmó un 3+1 que puso el 29-31. Con eso, y con tres canastas casi consecutivos de Akindele (16 puntos y 9 rebotes para 26 de valoración) la pelota volvía a estar en el tejado del Fuenla (33-39).

El segundo arreón para los de Casimiro lo dio un viejo conocido estudiantil. Daniel Clark anotó nueve tantos en menos de cinco minutos (44-52, min. 26), pero el Estu se rehízo sumando de tres en tres. Primero en las manos de un gran Nacho Martín y luego en las de Javi Salgado, con dos dianas seguidas, una de ellas sobre la bocina y que le permitía a los colegiales cerrar el tercer asalto por delante (60-59).

Los héroes surgen en los momentos difíciles y ni Akindele ni Clark lucen, por ahora, galones en el Fuenlabrada. Slokar ató en corto al gigante nigeriano al que le tembló el pulso cuando el partido estaba en un puño (falló dos tiros libres en los últimos minutos, cuando llevaba 6 de 6) y Clark tampoco volvió a sumar. La posibilidad de apuntar la segunda victoria en el casillero del Fuenla (el banquillo sólo aportó 4 puntos) estaba en las manos de otro jugador, Andy Panko. Once puntos suyos en el asalto final mantuvieron con vida los de Casimiro, que nada pudieron hacer para frenar a Javi Salgado, el verdadero héroe del Palacio. En menos de once minutos, el ex del Bilbao anotó 16 puntos (más siete asistencias), suficientes para que el Estu sobreviviera a una gran tarde de Akindele y Panko.