Kobe Bryant se encuentra en los últimos años de su productiva y exitosa carrera. Una vida deportiva ligada única y exclusivamente a los Lakers, con los que ha conseguido, entre otros logros, cinco anillos en siete Finales, dos MVP de las series por el título y otro de la temporada. Sin embargo el presente y futuro a medio plazo no se presenta tan esperanzador: si bien ha demostrado estar a un buen nivel tras la lesión, su equipo no se encuentra en condiciones de pelear por grandes objetivos. Incluso clasificarse para los playoffs esulta una quimera. Por ello hay voces que han empezado a hablar o sugerir la posibilidad de que el escolta pida el traspaso a una franquicia con aspiraciones para así aumentar su palmarés antes de su retirada (o incluso para que libere espacio salarial en el equipo de cara a futuras contrataciones).

Sin embargo, Kobe descarta esta opción. "No, ni siquiera me lo planteo. Soy un 'laker'", comenta en Yahoo! Sports. "He gozado con una gran cantidad de éxitos aquí. No puedes disfrutar los buenos tiempos y luego huir cuando vienen mal dadas", explica antes de reiterar que es "extramadamente fiel a los Lakers". Tiene claro su nuevo cometido: "Mi responsabilidad es conseguir que seamos lo mejor que podamos ser".

Una tarea que no será fácil. Los Lakers acaban de completar su peor arranque de temporada desde que se mudaran en 1960 a Los Ángeles. Un 0-4 que asoma entre los que parecen ya crónicos problemas de lesiones (Steve Nash y Julius Randle se pierden toda la temporada y Nick Youn continúa sin poder debutar). La ilusión originada tras la contratación de Byron Scott como técnico parece haberse esfumado. No obstante, la Mamba Negra pide paciencia a la afición del Staples: "No podemos venirnos abajo, la temporada es muy larga. Tienes que mirar hacia adelante, pensar en el mañana, ¿cierto? Patalear y quejarte no sirve de nada. Las cosas pueden cambiar de un día a otro, ya lo hemos visto otras veces".

También analizó los intentos de la franquicia por reclutar el pasado verano a uno de los grandes agentes libres que pulularon en el mercado. "Era realmente difícil intentar convencérles por las grandes oportunidades qque tenían: 'Melo' pudiendo seguir en Nueva York, LeBron regresando a Cleveland... Las cartas no estaban de nuestro lado. Estoy tranquilo porque los Lakers hicieron todo lo que estuvo en su mano", destaca. A su vez, también dedica unas líneas a reflexionar sobre la marcha de Pau Gasol. "Le ofrecimos un acuerdo increíble", desvela antes de despedirse con un claro mensaje: "Mi corazón es de púrpura y oro". Kobe en estado puro.