El rumor no ha llegado por ahora demasiado lejos: el propio Kevin Love ha salido a la palestra del murmullo que le situaba ya en la órbita de los Lakers para la próxima temporada, cuando todavía parece que fue ayer cuando dejó Minnesota para irse a Cleveland con LeBron James y Kyrie Irving. Love cobra esta temporada 15,7 millones y puede optar a seguir en los Cavs la próxima por 16,7 o bien salir al mercado.

Para Love no es nada nuevo: californiano, ex de UCLA y sobrino de uno de los fundadores de los Beach Boys, su nombre siempre ha estado relacionado a los Lakers hasta que se cruzó la oportunidad de competir al máximo nivel con los Cavs, mezclada con el pésimo estado de unos Lakers que a corto plazo no ofrecían demasiadas esperanzas a un Love que tiene prisa porque todavía no ha jugado ni un solo partido como profesional.

Sin embargo, es pronto para empezar con rumores y el propio jugador lo ha dejado claro al relacionar esas informaciones con la polémica sobre su celebración con Irving ante los Pelicans, en la que ellos aseguran que se atusaban un imaginario bigote en lo que algunos creyeron que simulaban fumar: “Lo que la gente se pensó que hacíamos es tan falso como eso de que me voy a ir a los Lakers. Sencillamente no es cierto, no sé de donde salen las cosas”. El ala-pívot se acuerda también de quienes le situaban en los Celtics el pasado verano después de una supuesta reunión con Rajon Rondo en un partido de los Red Sox: “Mi agente es un seguidor acérrimo de los Red Sox y llevábamos tiempo planeando ir juntos a un partido. Yo ahora estoy feliz en Cleveland. El equipo que hemos hecho es formidable. Pero seguro que seguirán saliendo rumores, así son las cosas en estos tiempos”.