Chris Paul sacó a relucir su clase para completar su mejor partido del curso y dar un salto de calidad necesario a los Clippers, que se impuieron con claridad a los Suns (120-107), logrando su victoria con mayor margen hasta el momento. El base despachó 32 puntos, 9 asistencias, 5 rebotes y 2 recuperaciones, y se asoció muy bien con DeAndre Jordan (12 tantos, 18 capturas y 7 tapones). Griffin (18 y 9) y Hawes (14 y 8) completaron la potente actuación del juego interior del equipo angelino, mientras el más escaso de Phoenix sufría. El conjunto de Arizona vivió de la dirección de Goran Dragic (19 puntos) y de la aportación saliendo del banquillo de Gerald Green (26). Doc Rivers alabó la actuación de Jordan: "Ha sido un Picasso. La estrella del partido. No sólo ha dominado los tableros, ha cambiado los tiros del rival. Su energía ha sido asombrosa". El pívot jugó su partido 248 de forma consecutiva, la mayor racha de los jugadores en activo de la NBA.