CAVALIERS 106-MAGIC 74

LeBron James despierta

La estrella de los Cavaliers realizó un partido soberbio (29 puntos y 11 asistencias) que impidió cualquier tipo de sorpresa por parte de Orlando.

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LeBron James despertó al quinto día. Después de sufrir cuatro derrotas consecutivas, todas ellas dolorosas por ser contra un equipo más débil (Denver Nuggets), contra su enemigo "natural" en las finales (San Antonio Spurs) y contra dos rivales directos en la Conferencia Este (Washington Wizards y Toronto Raptors), y criticar tanto a su propia persona ("Apesto") como al equipo ("Somos frágiles"), la estrella de los Cavaliers dio un golpe de autoridad en tan solo 12 minutos que fueron el principio del fin de un partido contra Orlando que los de Cleveland ganaron con contundencia y sencillez (106-74).

En el primer cuarto, el cuatro veces MVP de la NBA anotó e hizo anotar. Acabó ese periodo con 16 puntos y cuatro asistencias, lo que condujo primero al 26-16 y más tarde al 56-38 con el que se llegó al descanso. En ese momento, James ya había llegado a los 22 tantos y no había nadie que pudiese parar a un caballo desbocado que finalizó el encuentro con 29 puntos y sin necesidad de pisar la cancha en el cuarto cuarto.

"Soy mi mayor crítico. No estaba contento con mi juego la última semana (18,5 puntos, 41% en tiro; esta madrugada: 29 y 52,9). Nadie pone más presión sobre mí que yo mismo", dijo LeBron tras finalizar un encuentro que sólo estuvo en peligro a la vuelta del descanso cuando la franquicia de Florida redujo la ventaja a 12 (58-46). Los Cavs establecieron de nuevo el orden natural sin complejos y sin forzar, con seis puntos de Varejao y dos de Shawn Marion tras recoger un precioso pase de LeBron (66-48).

Y no solamente funcionó de fábula el ataque, sino que la defensa estuvo a la altura. Los 74 tantos que anotaron los Magic fueron, por un lado, la anotación más baja lograda por los de Jacque Vaughn esta campaña y, por el otro, la más baja que han recibido esta temporada los de David Blatt (hasta hoy, el récord eran los 91 en la derrota ante los Wizards).

A pesar del triunfo y las alabanzas ("Es un gran jugador y eso es lo que hacen los grandes jugadores, conducen a su equipo y hacen jugadas en ambas partes de la cancha", subrayó el técnico visitante), LeBron todavía sabe que el camino es arduo, largo y con muchas curvas. Lo vivió en su primer año en Miami y la situación en su retorno a casa no es distinta: "Una victoria siempre hace que las cosas se vean mejor, pero todavía tenemos mucho trabajo que hacer".