Los Warriors y Pistons siguieron con sus respectivas rachas una vez concluido el partido que les enfrentó este domingo en Detroit (93-104 para los de la Bahía). Los de Oakland encadenan ya nueve triunfos que, a falta de lo que hagan los Grizzlies en Sacramento esta misma madrugada, les sirve para situarse con el equipo de Marc en lo más alto (14-2). El equipo que dirige Van Gundy representa la otra cara de la moneda: las derrotas seguidas ascienden ya a ocho, récord negativa para un técnico que en 2009 disputó con los Magic las Finales.

En lo que respecta al partido ocurrió lo que tenía que ocurrir. Detroit (entre Caldwell-Pope y Jennings anotaron 45 de los 93 puntos de su equipo) completó un primer cuarto en el que apenas logró un 27,7% de acierto. Aun así, les valió para marcharse con ventaja (24-21 al término del primer cuarto. En el segundo, reaccionaron los visitantes con un 32-16 que a la postre acabaría resultando definitivo: 40-53 al descanso. Demasiado para un equipo que hace aguas y que acumula ya siete derrotas seguidas ente Golden State. Un equipo, el de Steve Kerr, en el que destacaron los 20 puntos de Draymond Green y los 16 y 10 asistencias del de siempre: Stephen Curry. No obstante, el base dio el susto al torcerse el tobillo durante el tercer cuarto. Pudo regresar en el cuarto periodo, pero Steve Kerr acabó por retirarle. Pese a que las pruebas realizadas descartan cualquier lesión grave, toda precaución es poca ante un jugador que ya cuenta con una historial de problemas serios en dicha articulación. "Debería poder jugar ante Orlando (este martes)", tranquilizó el protagonista.