Por no tener, los pobres Knicks no tienen ni suerte. Les está tocando salir en todas las fotos como artistas invitados, víctima de turno que pasaba por allí. Apenas 48 horas después de hacer de teloneros en el estruendoso regreso de Russell Westbrook (que les hizo 32 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias) les tocó sufrir la vuelta tras siete partidos ausente por lesión de Dwyane Wade, que anotó 27 puntos. 13 en el último cuarto y selló la victoria de unos Heat que hace casi un año que no pierden contra los Knicks, que se quedan en 4-14 y con cuatro derrotas seguidas. Desde luego no ha habido efecto Calderón, aunque el base español mejoró sus prestaciones del olvidable partido ante los Thunder: 9 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias, aunque 1/5 en triples y 5 pérdidas de balón.

También volvió Carmelo Anthony, al que la espalda trae de cabeza, y se fue a 31 puntos y 8 rebotes, (como casi siempre) lo mejor de los Knicks, en los que Amare Stoudemire sumó 19 puntos y 12 rebotes... y dejó el recado del día en un equipo en el que casi nadie es feliz: "deberíamos empezar a plantearnos si estamos poniendo el esfuerzo que hay que poner para ganar partidos". Sea ese o sean muchos otros (rotación mal confeccionada, falta de equilibrio, mala distribución del talento...) los problemas, a los Knicks no les alcanza para ganar a casi nadie.

Sí lograron regresar a un partido en el que llegaron a perder por 16. Se pusieron 63-65 con más de nueve minutos por jugar, y entonces les cayó el chaparrón Wade, que anotó 12 de los siguientes 15 puntos de los de Florida, a los que las cosas van moderadamente bien (que no es poco) tras la marcha de LeBron: 9-7 y ahora mismo en el quinto puesto del Este. Bosh terminó con 20 puntos y 9 rebotes, y Luol Deng se fue a 10+10. Ante los Knicks, más que suficiente.