Sito Alonso cumple 39 primaveras. No tiene ni 40 años (le han quitado la etiqueta de técnico ACB más joven alguno que se ha colado por ahí como Ibon Navarro y Diego Ocampo) y ya carga a sus espaldas un bagaje importante: transita por el sexto año en la Liga Endesa, con tres equipos distintos, Joventut GBC y Bilbao. De momento, el pico de su carrera lo alcanzó en Donostia, en aquella campaña en la que acabaron quintos, con el triángulo mágico Baron-Vidal-Panko, aunque tuvieron que renunciar a Europa. Este sábado visita la pista del GBC en el derbi vasco, con mucha carga anímica. Allí hay gente que no entendió su marcha, decidida de forma unilateral tras la rutilante oferta de un Bilbao que se debatía entre seguir o desaparecer. ¿Qué tenía la capital vizcaína que no había en su anterior destino? “Hay una cosa muy diferencial –sostiene-, que no depende del GBC ni del Bilbao Basket: la estructura donde se hacen las cosas. Miribilla marca diferencias. La afición tiene una cabida aquí en su justa medida. En Gipuzkoa la ilusión por el baloncesto es tremenda, pero parece que no se deja ver por el vacío que hay en ese pabellón. Necesitan una estructura del nivel de Miribilla. Los caracteres son parecidos, se meditan un poco más las cosas en Gipuzkoa, pero tienen el mismo respeto, pasión y carácter, forma parte de la idiosincrasia del País Vasco”.

Tras brindar con la prensa, se le requirió que pidiera un deseo. “Si se dicen no se cumplen… respeto por el trabajo, intentar que la ilusión que veo en la gente se pueda plasmar en resultados, pero que no se valore solo por ellos, sino por lo que están haciendo por el baloncesto en Bilbao la comunidad que formamos aficionados, cuerpo técnico, jugadores, periodistas… tenemos la misma ilusión todos de que el club tome la senda de tranquilidad, no de éxitos deportivos porque ya los ha tenido, sino que se asiente otra vez el proyecto que es lo que nos gustaría a todos, a la masa social”.

En Illumbe su etapa no se olvida. “Tengo una relación con algunas personas de allí importante, en tres años fomentas una amistad. Conocen cómo soy. Lo emotivo cuando entras en una pista lo olvidas de inmediato, admites lo importante que ha sido en una parte de tu carrera estar allí. Pero sales a jugar y te centras en eso. Ir directamente allí a jugar, sin parar en el hotel o la ciudad, es importante para focalizar las cosas en el propio partido”. Y puntualiza ante los que puedan rechazar su forma de salir: “Respeto la opinión que tiene todo el mundo, pero discrepo de las formas. No he cambiado un club por otro, he acabado mi ciclo en Gipuzkoa; un año tienes una oferta y otra ninguna. Tienes dos o tres posibilidades y acepté el reto que me parecía más apasionante. Y dentro del País Vasco, que es máximo nivel. Estar aquí viviendo, al margen de lo deportivo, suponía un plus a la hora de tomar este tipo de decisiones”.

Hervelle ha recaído de la lesión que le dejó fuera de los partidos ante CAI y Herbalife. No podrá estar en el derbi, lo mismo que Bertans y Mumbrú. El capitán y el belga son dos cohetes y a veces ese ímpetu les lleva a acelerar demasiado la recuperación y lesionarse de nuevo. “Tenemos que recuperarlos bien, no podemos asumir riesgos. Hemos de cuidar a estos jugadores”, indicó Alonso.