KNICKS 87 - CAVALIERS 90

Venganza de LeBron James y sus Cavaliers en Nueva York

El equipo de Cleveland perdió ante los Knicks en el partido inaugural de la temporada en casa. José Manuel Calderón, tres puntos y las mismas asistencias.

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El pasado 30 de octubre, LeBron James volvía definitivamente a casa. Era el primer partido de la temporada, su primer encuentro de nuevo en Cleveland, junto a la afición que le había seguido, admirado y encumbrado durante sus siete años iniciales en la NBA, pero nada salió bien. Los Knicks con un Carmelo Anthony casi inmaculado (25 puntos aquel día con un 52,9% en tiros de campo) asaltaron el Quicken Loans Arena y aguaron el retorno del hijo pródigo a su hogar.

Esa mancha estaba ahí y era difícil de borrar. Los Cavs sabían que la afrenta era demasiado grande como para mirar a otro lado, como para dejarla pasar y así se presentaron en el Madison, uno de los grandes templos del baloncesto mundial. La dificultad ante los Knicks, ante estos Knicks, reside en su inquietante bipolaridad. Porque nunca sabes cómo van a estar. Puede que te encuentres un equipo organizado, con un Carmelo Anthony inspirado. O bien, puedes encontrarte lo que llanamente se llama un 'banda'.

Esta madrugada, la franquicia de Ohio se encontró la primera versión, con algunos matices. Un equipo constante, con ganas infinitas por vencer en un duelo que finalmente se llevarían los Cavaliers (87-90). Melo estuvo horrible con sólo nueve puntos, de ahí el matiz, (21,1% en el tiro) y Calderón, desaparecido con unos simples tres puntos, desbordado en su duelo con Irving (37 tantos, récord de la temporada para él). Pero a pesar de todo ello, el equipo de la Gran Manzana logró alargar el encuentro hasta los minutos finales, apoyándose en Tim Hardaway Jr. (20 tantos), un semiresucitado Amar'e Stoudemire (18) y Quincy Acy (15, su récord personal).

Con esto, los Knicks llegaron a falta de cuatro minutos dos arriba (85-83) y ahí fue donde apareció el Rey LeBron (19 puntos). Fallón desde el triple durante todo el partido, fue en ese instante, en el momento que surgen los grandes, cuando decidió poner fin a su racha de cinco triples fallados y meter el sexto. Clave además aprovechando el robo de Irving sobre Calderón, para realizar un mate a la carrera (85-88).

Los de Ohio no dejarían escapar ya el encuentro, aunque hubo intriga hasta el final, como en las buenas películas de suspense. Larkin falló una penetración que podría haber dado la vuelta al partido (87-88, 32 segundos), pero sería Irving quien sentenciaría con una espectacular penetración. Las órdenes de dejarle jugar el uno contra uno fueron una constante durante el duelo y los Cavaliers lo agradecieron.

Así, el equipo de Blatt consigue de esta forma aumentar su racha de victorias a cinco, con un balance de 10-7, en el quinto puesto de la Conferencia Este. Mientras que los de Fisher, suman su sexta derrota consecutiva, siendo decimoterceros en el Este con 4 victorias y 16 derrotas.