El paso del tiempo es inexorable. Un mantra tan cierto como la vida misma y que se pudo comprobar a la perfección esta madrugada durante la disputa del Celtics-Lakers. Un clásico de la NBA venido a menos. Hace cuatro años y medio, ambas franquicias estaban inmersas en plena batalla por el anillo. Hablamos de las Finales de 2010, las decimosegundas y últimas que estos dos colosos han protagonizado. Anoche, en el TD Garden de Boston, únicamente dos de los 25 jugadores que disputaron aquella eliminatoria por el anillo (resuelta a favor de los angelinos en un séptimo partido disputado en el Staples) permanecen en sus plantillas: Kobe Bryant en los angelinos y Rajon Rondo en los orgullosos verdes. Es más, de no renovar, este último acabará haciendo las maletas a finales (quién sabe sino antes) de la presente temporada. Incluso se especula con la posibilidad de que acabe defendiendo los intereses de los de púrpura y oro. Pero ese ya es otro tema.

Ahora lo que nos interesa es hablar del pasado. Mucho más glorioso durante los últimos años de la primera década del siglo XXI que el grisáceo presente por el que transitan estos Lakers y Celtics. "Es una locura. El tiempo vuela", asumía Kobe esta misma semana. Es el único superviviente de aquel equipo con el que logró el subcampeonato en 2008 (cayendo precisamente ante Boston) y alzar el trofeo Larry O'Brien los dos años siguientes. Pau Gasol, su escudero por aquel entonces, ahora experimenta una segunda juventud en Chicago tras abandonar la franquicia angelina el pasado verano. Metta World Peace ahora se llama Panda Friend y juega en los Blue Whales de la cada día más competitiva CBA (la Liga china), Derek Fisher ya está retirado y ha pasado a dirigir a otra de las franquicias más legendarias del deporte estadounidense, los New York Knicks, mientras que Andrew Bynum ha visto irremediablemente truncada su carrera. Hasta el punto que no juega en ningún equipo. Algo parecido le sucede a Lamar Odom, quien tras un breve paso por el Laboral Kutxa Baskonia el curso pasado, se ha convertido en un fijo de las páginas de la crónica rosa tras su relación y posterior divorcio con Khloé Kardashian. Precisamente, al mismo club vitoriano acaba de recalar el esloveno Sasha Vujacic. Luke Walton, hijo de Bill Walton, trabaja ahora a las órdenes de Steve Kerr como técnico asistente de los Warriors. "Así es la naturaleza. Es lo que sucede, los ciclos de las carreras. En mi caso, cuando llevas en la misma organización casi 20 años, ves pasar la mayoría de ellos", refelexiona la Mamba Negra.

Precisamente el escolta formó parte del anterior gran equipo de los angelinos: el que lideraba Shaquille O'Neal a principios de siglo. Por aquella época, los Celtics aún seguían inmersos en el recuerdo de su último gran equipo. Ese que tantas batallas inolvidables nos deparó contra los Lakers y en el que jugaban unos tales Larry Bird, Robert Parish o Kevin McHale. Precisamente, un miembro de aquel roster, Danny Ainge, se sacó de la chistera en el estío de 2007 el grupo que devolvió el orgullo al Estado de Massachusetts. Ganaron el campeonato en 2008 y en 2010 se quedaron a las puertas de colgar el banderín número 18 en el Garden. Hoy en día, Rondo es el heredero de aquel legado. Bueno y Brian Scalabrine, quien está ligado a la franquicia como analista televisivo. Del resto, Paul Pierce se encuentra en los Wizards tras pasar el primer año de su aventura fuera de Boston en Brooklyn, donde aún sigue un Kevin Garnett que pone la misma voluntad, pero cuyo físico hace tiempo que le ha abandonado. Ray Allen, tras volver a disputar las dos últimas Finales con los Heat, se encuentra momentáneamente retirado de las canchas. Igual que Rasheed Wallace y Michael Finley. Aún siguen en la Liga Kendrick Perkins (quien ha decepcionado en los Thunder), Tony Allen (Memphis Grizzlies), Nate Robinson (Denver Nuggets) o Glen Davis (Clippers). Shelden Williams es otro de los cada vez más exNBA que deciden probar fortuna y dejarse atraer por los yuanes chinos.

Cambio en los banquillos. Como no podía ser de otra manera, los entrenadores de ambos equipos en 2010 tampoco siguen ligados a ninguna de las dos entidades. Phil Jackson ahora se ha pasado a los despachos, donde ejerce de presidente de operaciones de unos Knicks entrenados, como ya hemos visto, por su antiguo pupilos Derek Fisher. Por su parte, Glen Doc Rivers se marchó hace dos temporadas rumbo a Los Ángeles, aunque para dirigir al ahora primer equipo de la ciudad: los Clippers. Ahora, de la mano de Byron Scott y Brad Stevens Lakers y Celtics buscan reencontrarse con su pasado. Lo que es seguro, que tarde o temprano, volverán a verse las caras.