Seguramente no se puede ver ahora mismo un equipo peor en la NBA que un Pistons-Sixers. Las dos peores franquicias de la Liga llegaban al duelo con un balance combinado de 4-34 y, como tenía que ganar alguien, ganaron los Sixers. En la prórroga, eso sí. Curioso: después de empezar 0-17, los de Brett Brown han ganado dos de sus últimos tres partidos, los dos fuera de casa. Y más curioso: desde el 31 de enero, están 2-1 contra los Pistons y 4-49 contra el resto de franquicias. Su rival favorito, ahora mismo casi el de cualquiera: los de la MoTown tocan fondo con once derrotas seguidas (3-17) y están ya sólo un partido por delante de los Sixers (3-17 por 2-18).

Los Pistons fueron incapaces de ganar aunque manejaban ventajas cercanas a los diez puntos en el arranque del cuarto y mandaban 99-95 a falta de un minuto. A partir de ahí encadenaron errores, con Josh Smith fallando un tiro libre que habría dado el salvador margen de +4 y Hollis Thompson empatando después (100-100) con un triple tremendo desde el lateral y a falta de trece segundos, un tiempo con el que los Pistons no generaron nada productivo, sólo un tiro al limbo de Jennings en el último segundo.

La prórroga fue un despropósito: en los tres primeros minutos sólo se anotó un tiro libre: Caldwell Pope, que puso el 101-100 antes de fallar un par de triples que llevaron definitivamente al desastre a los de Detroit. En los últimos dos minutos los Sixers anotaron 8 puntos, dos canastas y cuatro tiros libres y se llevaron el partido. Básicamente porque alguien tenía que ganar. Y el caso es que, con todo lo que les ha caído, tienen a tiro al lote que forman en la cola de la NBA Pistons, Knicks, Timberwolves, Lakers… Cosas.

Carter-Williams jugó otro partido tremendo: 20 puntos, 15 asistencias y 8 rebotes… y 7 pérdidas. Covington, una grata sorpresa, se fue a 25 puntos y 6 rebotes y Thompson anotó 13 puntos (y ese triple salvador). Noel terminó con 9 y 8 rebotes ante un rival en el que todos están muy por debajo de sus posibilidades: Drummond sigue sin arrancar (7 puntos, 8 rebotes) y aunque Josh Smith estaba vez no estuvo mal (23 puntos con 9/18, 8 rebotes y 7 asistencias) esta vez se cargaron los porcentajes entre Jennings y Caldwell-Pope (4/20).