Los Atlanta Hawks vencieron 96-84 a los Denver Nuggets y con la derrota de los Wizards en Boston se sitúan en el segundo lugar del Este. Suman 13 triunfos y 4 derrotas,1,5 victorias por detrás de Toronto Raptors, primer clasificado de la conferencia.

La temporada pasada, después de sufrir la ausencia del dominicano Al Horford, los Hawks consiguieron llegar a Playoffs para caer en el séptimo partido de la primera ronda ante Indiana Pacers. Un balance aceptable para un equipo que demostró cohesión y equilibrio ante la baja de su gran estrella. Ahora, con Horford de vuelta, con la misma columna vertebral y el mismo entrenador, los Hawks vuelan. Kyle Korver es de los pocos que podría discutir a Stephen Curry el rol de mejor tirador de la liga, Jeff Teague podría ser considerado junto a Mike Conley el base más infravalorado de la competición y Paul Millsap domina ambas zonas: bueno en defensa, buen pasador y buen anotador cuando el equipo lo necesita.

Ante Denver vimos un fiel reflejo de dos conceptos distintos de plantillas NBA. Por un lado los Hawks y lo que ya hablábamos de ellos: equilibrio y solidez. En el otro, los Nuggets: una de las plantillas más profundas de la liga, llena de buenos jugadores de nivel medio pero sin una estrella que les guíe. En teoría es Ty Lawson, pero su inicio de temporada está siendo bastante irregular. Contra Atlanta le tocó el turno a Wilson Chandler, que anotó 29 puntos y capturó 10 rebotes para reclamar un rol más importante en el barco a la deriva que dirige Brian Shaw. Rotaciones infinitas y roles demasiado variados. Denver necesita saber a qué juega.

Volvemos al otro lado. 23 puntos de Millsap, 15 de Korver y 11 de DeMarre Carroll y Al Horford, los cuatro supliendo con garantías el mal encuentro de Jeff Teague (4 de 13 en tiros). Los secundarios (Antic, Schroder y Scott) aparecieron para cerrar un partido que ya en el descanso estaba roto: 57-36.