Hace tan sólo cinco años, en la temporada 2009-2010, los Golden State Warriors vivieron uno de los peores cursos baloncestísticos de su historia en lo que a números se refiere. Terminaron la liga regular con 26 victorias y 56 derrotas, siendo una de las cinco peores franquicias de la competición. Stephen Curry acababa de llegar a la liga y a sus 21 años prometía noches felices en la bahía de Oakland. En el draft de 2010 los Warriors eligen con la 6ª elección a Ekpe Udoh, un hombre alto para paliar su frágil juego interior. Elección lógica, pero que nos priva de ver en los siguientes años un 'Big Three' con Curry, Ellis y... Greg Monroe (7º de ese draft), Gordon Hayward (9º) o Paul George (10º). Los Warriors mejoran un poco y terminan con el 21º récord de la liga. En el siguiente draft llega Klay Thompson, y David Lee se convierte en la estrella del juego interior del equipo. Entonces, los tobillos de Stephen Curry hacen 'crac'. Los directivos de la franquicia deciden cambiar totalmente el modelo del equipo y mandan a Monta Ellis a Milwaukee a cambio de Andrew Bogut. Era marzo de 2012. En noviembre de ese año, renuevan a Curry por algo más de 10 millones al año en lo que hoy es el mejor contrato de la liga.

A partir de ahí, el ascenso. Klay Thompson asume el puesto de Ellis, Harrison Barnes llega vía draft y Curry vuelve de su lesión para olvidar fantasmas y liderar al equipo hasta los Playoffs de la temporada 2012-2013. Pierden en semifinales, pero es una victoria. Al año siguiente llega Andre Iguodala y los Warriors logran firmarle sin soltar a ninguna de las piezas clave de su columna vertebral. Ya es un equipazo. Se encuentran en primera ronda de la 2013-2014 con los Clippers en un reflejo de la cruda realidad del Oeste, y caen. Pero están ahí.

Ahora, cinco años después del draftear a Stephen Curry, los Golden State Warriors son el mejor equipo de la NBA. Díganlo sin miedo, porque es así. Dos victorias de ventaja sobre el segundo de su conferencia, los Rockets: 18-2 sobre 16-4. ¿La culpa? Steve Kerr. Ese 'novato' que rechazó a los Knicks y a Phil Jackson para poner su inteligencia al servicio de las manos más rápidas del Salvaje Oeste: Curry.

Ante los Timberwolves demostraron lo que son: un equipo acostumbrado a atacar bien que se ha convertido en la mejor defensa del campeonato. Y 'descubriendo' jugadores: Draymond Green (10 puntos y 10 rebotes esta noche), Marreese Speights (12 y 7)... o fichando guardaespaldas con calidad para los 'Splash Brothers', como Shaun Livingston (12-6-5). Al frente, como siempre, ellos: Curry y Thompson, Stephen y Klay, 21 puntos para cada uno ante Minnesota y la sensación de que a día de hoy son imparables. ¿Lo serán en abril?.

Enfrente, unos Wolves que sin Ricky Rubio llevan ya 2 victorias y 13 derrotas. Destellos de Andrew Wiggins (21 puntos) y de Shabazz Muhammad (14), pero lejos del nivel que exigen los Warriors para competir contra ellos (86-102 final).