Hace aproximadamente un mes, el pívot de Oklahoma City Thunder Kendrick Perkins quiso arengar a sus compañeros durante un tiempo muerto en un partido contra los Kings. Una cámara de televisión captó una frase negativa del jugador sobre sus rivales: "Estos hijos de... siguen siendo los Sacramento Kings". La estimulación le salió bien, porque su equipo venció. Evidente, estas palabras no hicieron ninguna gracia al alero de la franquicia californiana Rudy Gay. Según Blake Ellington, de la web Sactown Royalty, tal y como regoce CBS Sports, Gay habría dicho lo siguiente sobre Perkins: "Bien podría jugar con la cara pintada, para mí es un payaso".

Ya llueve sobre mojado en este tipo de críticas a cuenta de la manera de ser del arisco pívot de los Thunder, muy querido por sus compañeros de equipo, pero que suele crispar a la mayoría de sus rivales. Marrese Speights, de los Warriors, dijo que el juego de Perkins era "terrible" tras un partido ganado por Golden State a Oklahoma City y luego dobló sus críticas al jugador refiriéndose al trash talking (charlas intimidatorias) que practica en la cancha.

El próximo martes, los Thunder vistan Sacramento, y después de las declaraciones de Gay es muy probale que a Perkins le espere un recibimiento poco amable.