En temporadas anteriores, los partidos entre Chicago Bulls y Miami Heat eran todo un espectáculo. Era la lucha de poder en el Este porque aunque los de Illinois no estuvieran al 100%, siempre ponían en aprietos a unos Heat que estaban comandados por LeBron James (el año pasado 2-2 en sus enfrentamientos) Pero el cuatro veces MVP de la temporada regular ya no está en South Beach y la situación ha cambiado.

Ahora, los Bulls juegan con los Heat cómo quieren. El poder de los hombres de Tom Thibodeau es muy superior al que pueda poner sobre el tablero Erik Spoelstra y si a eso unimos que Chris Bosh, su máximo anotador y mejor jugador ahora mismo, está lesionado y no juega, los partidos se inclinarán a favor de Chicago en nueve de cada diez ocasiones como pasó esta pasada madrugada. Los Bulls vencieron con contundencia a los Heat (75-93), dejando a los Florida con su puntuación más baja de esta campaña. Ganaron con tanta tranquilidad que no necesitaron exprimir su ataque y se quedaron en su notación más baja desde el pasado 21 de noviembre (87 ante Portland Trail Blazers). Fue tal su superioridad que sus primeras espadas cumplieron con solvencia, con autoridad, pero sin la brillantez acostumbrada.

Derrick Rose jugó sólo 27 minutos por problemas con las faltas y se quedó en 14 puntos, Pau Gasol no alcanzó su acostumbrado doble-doble por un punto y un rebote (9 tantos y 9 capturas) y Jimmy Butler bajó de los 20 al conseguir 17. Y a pesar de ello la ventaja final fue de +18 gracias a un nombre propio: Mike Dunleavy, una de esas armas que tienen los equipos grandes para momentos de necesidad o de colapso de sus estrellas.

El alero no anotó en la primera mitad y los Bulls llegaron al descanso siete puntos arriba (32-39) tras unos feos 24 minutos con 13 perdidas de balón por los visitantes y un 29% de acierto en el tiro para los locales, pero llegó el tercer cuarto y Dunleavy lo hizo suyo. Su contribución fue letal para desgracia de los de Florida. Fue como un ariete. Anotó 19 puntos en esos 12 minutos que permitieron un parcial 16-33. Definitivo. El alero llegaría a los 22 con un excelente acierto desde el perímetro (4/5) siguiendo la tónica de su equipo (9/18).

"Un típico domingo en Miami", manifestó Dunleavy con una sonrisa tras acabar un partido en el que Miami tuvo en un ex de Chicago como Deng y en el inmortal Wade a sus mejores hombres con 17 puntos. "Un tipo como Chris (Bosh) es irremplazable", sentenció Wade. "Todo lo que pedimos y esperamos es que pueda volver lo antes posible".