Kobe Bryant ya ha dejado atrás a Michael Jordan en la lista de naotadores históricos. "Es un gran honor, un sueño. Cuando era niño nunca pensé que esto podría pasarme a mí", dijo sobre el sentido homenaje que recibió en el Target Center cuando tras converir dos tiros libres superó los 32.292 puntos del mito de los Bulls. Una cancha que desde hoy será siempre especial para el escolta y que le despidió coreando su nombre: "Fue diferente. Estoy tan acostumbrado a ser el villano todo el tiempo cuando juego fuera de casa que me llevó un minuto hacerme a la idea. Uno se siente muy bien cuando es apreciado de esta manera".

¿De quién se acuerda en un momento tan especial e histórico como este?, le preguntaron. "De todos aquellos jugadores que me enseñaron. He hablado muchísimas veces con grandísimos jugadores como Magic o Larry Bird. Ellos me enseñaron mucho, pero en particular Michael Jordan", destacó. Un pequeño homenaje al hombre del que, según sus propias palabras, tanto aprendió. "He aprendido muchísimo de él y él lo sabe. Cuando empecé en la NBA hablé mucho con él. Le hice muchas preguntas del juego, sobre cómo tirar, cómo ayudar al equipo. Me aconsejó mucho", comenta.

Para poder haber alcanzado semejante cifra de puntos, no sólo hay que valer, sino que también uno debe permanecer muchos años en la élite al más alto nivel. "Valoro el ser capaz de haber jugado durante tanto tiempo. Normalmente, las carreras no duran tanto (está disputando su decimonovena temporada en la Liga)", reconoce. Y como leyenda que ya es, las felicitaciones y reconocimientos de otros de su clase como el propio Jordan o Magic adquieren un significado especial: "Eso es lo más importante para mí, jugar y tener el respeto de los más grandes y sentir que soy parte de esta cultura". La Mamba Negra en estado puro.