La cesión de Marcus Slaughter (2,04 y 29 años) al Maccabi Tel Aviv se ha paralizado en las últimas horas. El Real Madrid y el equipo israelí habían acordado los detalles del acuerdo el pasado sábado (el Maccabi asumía su ficha), pero con el contrato prácticamente redactado y sólo a falta de firma, el actual campeón de la Euroliga se ha echado atrás. Los responsables del Maccabi se reunieron ayer por la noche y, además de valorar el montante económico de la operación, se encontraron con que su entrenador, Guy Goodes, expresaba serias dudas sobre el fichaje del pívot merengue.

Goodes, que ha conseguido meter al equipo en el Top-16 a falta de una jornada por disputarse, está valorando la opción de firmar a un base-escolta, paralizando de esta manera un acuerdo que era total.

El fichaje de Gustavo Ayón convirtió a Slaughter en el sexto pívot y en el tercer extracomunitario, lo que le dejó sin ficha salvo lesión en la Liga Endesa. Su salida parecía cantada, pero tras renunciar a una importante oferta del Efes al final del curso pasado (el Madrid no le daba tanto dinero, pero a cambio le renovó por dos años) prefería esperar a una buena propuesta. En octubre le dijo no al Panathinaikos, y ahora parece que la opción del Maccabi también se escapa.