PACERS 110-LAKERS 91

Tras la fiesta de Kobe, la resaca: paliza de los Pacers a los Lakers

Los Lakers llegaron a perder 60-21 todavía en un primer cuarto. Partido atroz de los angelinos con un 8/26 en tiros de Kobe Bryant, que terminó con 21 puntos.

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NBA

Kobe Bryant anotó en Indiana 21 puntos con, eso sí, un muy feo 8/26 en tiros. Así que ya lleva 32331, 39 más que Michael Jordan y a 4597 de Karl Malone, al que no alcanzará salvo que medie milagro. Esos son los números que deja un, por lo demás, bochornoso paso de los Lakers por Indiana, donde no se llevaban semejante paliza desde las Finales de 2000, cuando sestearon en el quinto partido de una serie que dominaban 3-1 y perdieron 120-87. De vuelta en Los Angeles, ganaron el sexto y el anillo: hace más de catorce años, el primer de Kobe Bryant.

Conviene acordarse de la historia porque el partido fue una atrocidad ante un rival que venía de perder ocho partidos seguidos. La coartada, jugar en back to back viajando de Minnesota a Indiana (más de 800 kilómetros) y con la resaca emocional de los fastos de Kobe y su ingreso en el podio de anotadores histórico con el simbólico adelantamiento a Michael Jordan. Todo eso, y que el equipo llegaba con la barriga llena después de tres victorias seguidas y 7 en 14 partidos. Total, que cierran mini gira con un 2-1 que para Byron Scott es “un gran balance”. Lo es si se tiene en cuenta que uno de los partidos era en San Antonio (lo ganaron, cuesta creerlo) y si se olvida este paso por Indianápolis para un partido en el que James Worthy, al descanso, comentaba en la televisión para la que trabaja (TWC Sports) que “necesitaba algo de beber”.

Los Lakers empezaron perdiendo 21-4, cerraron el primer cuarto 34-15 con un 3/20 en tiros. Pasaron por un 53-39 y un 60-21 absolutamente humillante antes de cerrar el primer tiempo (60-27) con dos triples de Kobe y Wesley Johnson, sobre la bocina, que impidieron la peor anotación histórica de la franquicia al descanso (fue la tercera finalmente). Los 33 puntos de desventaja en dos cuartos sí suponían un hito negativo, como sus porcentajes: 15% en el primer cuarto, 25% tras el tercero (89-58) y antes de que la siesta de los Pacers les permitiera escalar al 33% y huir del 22,9 que marca el mínimo histórico en un partido NBA y que por momentos, tan feo fue, pareció posible.

Como a Kobe le chamuscan perder así, se pasó de mal humor todo el partido, enfrentado a los árbitros y peleando por cada balón cuando ya estaba todo resuelto y antes de irse al banquillo (jugó 30 minutos). Después se mostró satisfecho de que el equipo, al menos, pusiera agallas: algo de defensa y 64 puntos en un segundo tiempo en el que anotaron Nick Young y Carlos Boozer (20 puntos entre los dos en el maquillaje del último cuarto: 21-33).

Fue una cuestión de energía, de estar sin estar. Un triunfo servido en bandeja a unos muy necesitados Pacers, que viven entre derrotas y los rumores que apuntan al regreso del hijo pródigo, Lance Stephenson. Rodney Stuckey terminó con 20 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, una buena medida de la absoluta placidez del triunfo pacer. Los dos equipos quedan exactamente igual: 8-17. en la cola pero con seis franquicias por detrás de ellos.