El Staples homenajeó a Kobe Bryant en el primer partido de los Lakers en casa después de que el escolta hiciera historia a comienzos de semana tras superar a Michael Jordan, convirtiéndose asi en el tercer máximo anotador de siempre. Fue muy distinto el comienzo de la noche a cómo terminó. La Mamba Negra pasó de recibir la enhorabuena de su familia a pie de cancha entre la ristra de globos que portaban sus dos hijas, a marcharse frustrado y cabizabajo tras la derrota de sus Lakers (103-104) ante unos Thunder sin Durant, baja por un esguince en el tobillo derecho. Podría haber sido otro el final, pero el buzzer beater de Kobe impactó en el aro.

Bryant no tuvo su día. No sólo estuvo desacertado de cara al aro (3/15 en tiros de campo), sino que, haciendo caso a los datos, los angelinos estuvieron mejor con él en el banquillo. Sin él en pista, su equipo produjo 1,21 puntos por posesión (0,92 con Kobe en juego). Aun así, se las ingenió para coger ocho rebotes y repartir ocho asistencias. Números insuficientes ante un Russell Westbrook cuyo nivel es de lo más parecido al de un MVP. El base se fue hasta los 31 tantos (perfecto desde la línea -13/13- e irregular en tiros de campo -9/22-) y 10 asistencias. Sin KD, se asoció a la perfección con un soberbio Reggie Jackson: 25 puntos saliendo desde el banquillo. Entre ambos acabron con las opciones de unos Lakers en los que destacaron Ed Davis con 18 tantos (su mejor marca del año) y Ronnie Price con otros 14.

Su buen encuentro y el de, en líneas generales, su equipo no acabó por tener su recompensa. Los de Byron Scott volvieron a dejarse por el camino un partido que lograron remontar tras ir 9 abajo al final del tercer cuarto (73-82). Entre Lin, Boozer y dos triples de Ellington dieron la vuelta a la tortilla a siete minutos para el final (91-88). Hasta ahí llegaron los Lakers, que perdieron a Nick Young tras ser expulsado por una falta flagrante cometida sobre Steven Aadams.. OKC, con un cumplidor Ibaka (16-7), reaccionó a tiempo para llevarse un triunfo que les coloca a un partido de diferencia de los Pelicans, octavos del Oeste. A un sólo partido de los playoffs. Miren dónde estaban los de Brooks hace tres semanas...