MAVERICKS 112 - THUNDER 107

El mejor Ibaka de la temporada cae ante el poder de Nowitzki

El internacional español alcanzó los 26 puntos, su récord esta campaña, pero delante tuvo al alemán que llegó a los 30, con 10 tantos en el último cuarto.

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El partido entre Dallas Mavericks y Oklahoma City Thunder (112-107) comenzó para los texanos con una sensación de fiesta y rareza a la vez. Rick Carlisle celebraba su partido número 1.000 como entrenador en Liga Regular: 164 con los Detroit Pistons, 328 con los Indiana Pacers y 508 con los Mavs. Es el 27º técnico que llega a esa cifra y con un balance del 59,1% de victorias, ha llegado a ser nombrada entrenador del año en 2002 y a alzarse con un campeonato de la NBA. Casi nada. Su larga trayectoria le ha hecho ver de todo, pero hacía casi cinco años que no contemplaba a Dirk Nowitzki como center de inicio. El alemán tuvo que jugar en esa posición debido a la baja de Tyson Chandler por espasmos en la parte baja de la espalda. "Tuvimos que ajustar un poco sin Chandler, nuestro guerrero, nuestro protector en la pintura", manifestó un ala-pívot que a pesar de pasarlo mal con las faltas al iniciarse el último acto del partido, igualó su récord de la temporada con 30 puntos. Él, Monta Ellis (18 y fuera del partido en el último cuarto por un esguince de tobillo) y Chandler Parsons (26) fueron las claves de la victoria texana.

Con estos dos elementos se inició un duelo en el que los Thunder tenían, de nuevo, la opción del llegar al 50% de victorias. Su lucha durante todo el partido fue encomiable para lograrlo, pero no fue así. Kevin Durant volvió a estar fuera por su tobillo (sexto consecutivo ya) y el día de Westbrook no fue ni remotamente similar al que nos dejó en Navidad ante otros texanos, los San Antonio Spurs. El base hizo 18 puntos, pero con una serie de 6/23 en el tiro. Muy alejado a lo del día 25, la verdad. Y con estos lastres ¿cómo pudieron llegar los Thunder al último cuarto 7 arriba (81-88)? Pues simplemente porque despertó Serge Ibaka tras un largo sueño que ha durado 31 partidos, con pequeñas aperturas de sus ojos pero que volvían a cerrarse de inmediato. No está siendo su año, aunque aún puede resarcirse.

El hispanocongoleño hizo su mejor encuentro de la temporada. Anotó 26 puntos, capturó 10 rebotes y estuvo muy fino desde la línea de tres puntos, logrando 3 de sus 4 intentos. Fue el salvavidas de su equipo en un día que pintaba muy negro y solamente acabó gris. Gracia a él, y a Reggie Jackson (21), los Thunder llegaron vivos al último periodo, pero Ibaka desapareció misteriosamente. Sólo lanzó una vez en esos 12 minutos y el equipo lo notó. Los Mavericks no perdieron la ocasión. Abrieron ese periodo con un parcial 11-2 y cuando todo el trabajo hecho se vio en peligro, regresó Nowitzki al campo con 5:44 por jugar y 94-98 para los Thunder. Logró 8 de los siguientes 12 de su equipo y llevó la ventaja para los texanos a 4 (106-102) que ya fue insalvable para unos Thunder que siguen remando, con fuerza y convicción, contra la corriente, en busca del octavo puesto de la Conferencia Oeste. El problema es que puede que con eso no baste.